Locura Scorsesiana
El escritor Dennis Lehane ha encontrado en Martin Scorsese un buen aliado para poner imágenes en su complejo mundo literario. Scorsese trae la complicada historia de Shutter Island a su terreno convirtiéndola en una película que hibrida géneros y referencias cinematográficas y que no renuncia tampoco a la estilización de la violencia tan propia de la casa. Shutter Island es un viaje a las profundidades de la mente humana que parte de un engañoso formato de por ellícula de detectives que se va volviendo onírica y violenta. Los sueños y recuerdos del protagonista, un detective judicial encargado de investigar la desaparición de una interna de un centro psiquiátrico de alta seguridad, le permiten a Scorsese introducir las variantes de estilo que apartan Shutter Island de ciertas convenciones narrativas. En estos fragmentos el director se permite algunas licencias cinéfilas, jugando a ser desde Hitchkcock hasta David Lynch sin dejar de ser nunca Scorsese. No es, Shutter Island, ni mucho menos, una gran obra en la trayectoria del director de taxi Driver o Uno de los nuestros, que hace tiempo dejó el cine de autor para acomodarse a un cierto cine comercial de calidad. Es desde esta óptica que Shutter Island se merece ser destacada: como una gran producción de Hollywood con suficiente valor como para mostrar diferentes facetas de la maldad y la locura humana y hacerlo con un preciso y entretenido artefacto cinematográfico. espaiisidor.blogspot.com
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