Menuts y grandes se congregaron en el Nuevo Parque Central para admirar, como si se tratara de una película de romanos, los más de 1400 armados que provenientes de todo Cataluña se dieron cita. Los armados de Mataró, acogieron a los huéspedes recibiéndolos con un simbólico pasillo militar. Antes pero, la cabeza mataroní de las tropas pronunció un discurso al cual nofaltó una referencia a los atentados de Madrid.
A medida que iban desfilando los diferentes regimientos, provenientes de Tarragona o la Seu d'Urgell, por ejemplo, los ojos del público se iban agrandando. Tal era la variedad y cantidad de soldados que paseaban. Algunos, incluso, se atrevían a poner en escena alguna que otra coreografía, marcial, está claro. También hacían retumbar los tambores como presagio de una guerra que, afortunadamente, nunca se producirá.
Los uniformes de armado destacaban por su fidelidad con las históricas armaduras romanas, y lucían bajo el sol de la tarde. Cascos, escudos, espadas y llançes hicieron volver Mataró a la época en que se decía Iluro.
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