Guirao ha querido dejar constancia que la situación en Mataró "no es similar a la otros lugares donde están adoptando medidas más restrictivas". "Desde el 2005 el consumo de agua de los mataronins han ido disminuyendo", ha añadido la regidora, quien se ha mostrado convencida que "la ciudadanía responderá como siempre lo ha hecho, con mucha sensibilidad sobre el tema". A pesar de esto, se prevén sanciones de hasta 900 euros por aquellos que no cumplan con las restricciones establecidas. Guirao también ha recordado la prohibición de usar el agua potable para el funcionamiento de fuentes ornamentales y las duchas de la playa. A pesar de que algunas de estas fuentes funcionan con circuitos cerrados y con agua no potable, estas se cerrarán "por imagen", según ha comentado la regidora, que considera que "no se puede pedir responsabilidad a la ciudadanía y que esta vea el uso de agua en este tipo de fuentes".
Con la vista puesta en junio
El director de la empresa pública Aguas de Busot de Mataró, Rafael Montserrat, ha querido tirar un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que la situación actual en Mataró "está lejos de una situación de emergencia". "En la primera situación excepcional se limitaba el consumo a 270 litros por habitante, mientras que en Mataró se está muy por debajo de esta cifra". Así, cada habitante gasta de media, entre los meses de junio y julio que son los de máximo consumo, unos 240 litros. Por eso, el mes de junio de este 2008 será una fecha importante para determinar cuáles son las próximas medidas que hay que adoptar: "Actualmente estamos lejos de los límites marcados, pero de cara a la previsión que hay en junio tenemos tiempo por adelantado porque vuelva a llover". "Si no, entonces sí que podríamos encontrarnos en una situación de iniciar a tener restricciones de agua de boca", ha advertido.
En los últimos años, el Ayuntamiento de Mataró y AMSA han llevado a cabo varias acciones para reducir los recursos hídricos. Montserrat ha destacado el incremento de la mejora del rendimiento de la red de agua potable: "Actualmente estamos alrededor del 95%, una cifra que ya no se puede mejorar más y muy superior al 75% que había, por ejemplo, el 1970". Esta mejora ha venido dada por varias acciones como la renovación de la misma agua, el seguimiento esmerado de los escapes y la instalación de contadores. Otras medidas que se han llevado a cabo en los últimos años son las de aplicación de un sistema de riego automatizado de las zonas verdes o el aprovechamiento de las aguas de pozo, no potables, por el riego de jardines y zonas verdes.