Una decena de ex trabajadores de la empresa Pratginé de Mataró se han manifestado esta mañana ante esta fábrica de tintes, estampación y acabados textiles, para reclamar el dinero que, según ellos, se los debe de en motivo de su despido, que se produjo el pasado mes de noviembre. En total, piden una indemnización de cerca de 900.000 euros (150 millones de las antiguas pesetas) en concepto de indemnización por despido improcedente, liquidaciones y acumulación de salarios impagados. De momento, no han visto ni un céntimo de euro, ni se han establecido conversas ni negociaciones porque esto sea posible. La mayoría de trabajadores traen más de treinta años a la empresa, así que se los debe de mucho dinero, ha explicado el representante legal de los trabajadores, Francesc López Jiménez.
Pratginé S.A forma parte del entramado textil mataroní desde hace mes de 30 años, y buena parte de la plantilla laboral de la empresa ha sido la misma desde sus inicios. Josep Maria Prat Olivé, hijo del fundador de la empresa, se hizo cargo de la fábrica en 1995, junto con un grupo de accionistas también propietarios de la empresa Iltesa, especializada en la venta de tejidos. En aquella época, la industria contaba con cerca de 30 trabajadores. El año 2003 Josep Maria Prat y el resto de accionistas decidieron dedicarse totalmente a la comercialización de tejidos y se gastaron de la fábrica Pratginé. Esta fue adquirida por los hermanos Joan y Lluís Galan, dos personajes con una larga trayectoria en el mundo textil mataroní, y propietarios del emprendida Tintes Mataró. El pasado mes de noviembre, dos años y medio después de comprar la fábrica, los hermanos Galan comunicaron el despido a 10 de los 14 trabajadores que restaban en la fábrica.
Baile de responsabilidades
Estos 10 trabajadores se han concentrado hoy en la avenida Maresme, junto a la plaza de Laia la Arquera. Con pancartas y gritos, han pedido una indemnización de acuerdo con el número de años trabajados, cosa que de momento nadie los ha prometido. Las protestas, pero, no se han dirigido tan sólo en contra de los actuales gerentes de Pratginé; el blanco también han sido los antiguos propietarios, la empresa Iltesa, que tiene su sede justo junto a la fábrica. Consideran que esta firma es todavía responsable del qué le pase a la plantilla actual de Pratginé. Según el artículo 44 del Estatuto de los trabajadores, un accionista que ceda o venda su empresa continúa siendo responsable de su plantilla durante tres años, ha declarado Francesc López. Los trabajadores creen que el objetivo de Iltesa era que los nuevos propietarios aguantaran la actual plantilla durante más de tres años para dejar de ostentar estas responsabilidades. Pero el sector textil está por los tierras, y los nuevos propietarios no han podido aguantar la situación durante más tiempo ha añadido Francesc López, quien considera que los hermanos Galan los ha tocado hacer de enterramorts' de Pratginé.
Uno de los trabajadores, que no ha querido que se publicara su nombre, ha asegurado que la empresa ya estaba muerta, e Iltesa prácticamente la regaló, en cambio de que los nuevos propietarios se hicieran cargo del despido de la plantilla. Por este motivo los despedidos han decidido interponer dos demandas, una a los actuales gerentes de Pratginé y otra a los accionistas de Iltesa. Hoy por hoy se están pasando la pelota la uno al otro, pero nosotros el único que queremos es que lleguen a un acuerdo y cobrar el qué nos corresponde, ha añadido el mismo trabajadores.
Josep Maria Prat, hijo del fundador de Pratginé ha declinado toda responsabilidad en todos estos hechos, puesto que, según ha explicado, vendimos las acciones de la empresa ya hace tiempo y no tenemos nada que ver con los despidos, porque no son trabajadores nuestros. Prat considera que es a los actuales gerentes de Pratginé a quienes se tiene que pedir explicaciones, nosotros ya no nos podemos hacer responsables del qué pase en aquella fábrica. Además, ha explicado que entiende los motivos de queja de los trabajadores, pero censura que hayan decidido ir en contra de mi sociedad, tan sólo porque tenemos patrimonio y ven quepueden sacar algo. Por su parte, Joan Galan, copropietario actual de la fábrica de estampación, se ha limitado a decir que pensaba que la operación de compra de Pratginé nos saldría mucho mejor, pero que la situación del sector y el descenso de trabajo lo ha obligado a despedir gran parte de la plantilla. Ahora, con sólo cuatro trabajadores, intentaremos seguir adelante, ha añadido. Según Galan, la responsabilidad de indemnizar los trabajadores despedidos recae completamente en Iltesa.
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