Los gases del tubo de escapament se originan con la crema del combustible en el motor de combustión interno y están compuestos por monóxido de carbono y metano, elementos que, además de afectar la salud seriamente, favorecen el efecto invernadero y contribuyen al calentamiento global.
Los gases de escapament comportan graves riesgos para la salud a largo plazo si son inhalados, puesto que algunas veces pueden formar partículas de ozono a nivel del tierra formando nieblas fotoquímicas, lo cual reduce la visibilidad, e incluso provocar o agravar enfermedades del sistema respiratorio al entrar a nuestros pulmones. Pero, además, al hacer aumentar la temperatura del clima podrían generar más enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria. Queda claro, por lo tanto, la importancia de intentar disminuirlos dentro de lo posible.
Es posible reducir el volumen de gases de escapament que emiten los vehículos, por eso conviene seguir una serie de pautas: Sacáis del vehículo todo el que traéis y no sea imprescindible, con el objetivo de reducir el peso.
Intentáis no dejar el vehículoralentizó durando largos periodos de tiempos. Evitáis hacer aceleraciones bruscas y mantenéis una velocidad moderada, de esta forma, además, consumiréis menos combustible y gastaréis menos los neumáticos.
Opción de cambiarlo
Si el tubo de escapament está deteriorado o demasiado envejecido conviene sustituirlo, puesto que podría emitir más humos del normal debido a la acumulación de carbonilla a su interior y echar a perder el vehículo.
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