Ya es hora de acabar con la falsa creencia de que los gatos dejados en la calle ya se espabilen… Los gatos abandonados que vivían a un hogar y de repente se encuentran en la calle, NO sobreviven. Los gatos ferals o asilvestrats que viven en las calles de nuestros pueblos y ciudades, a pesar de haber nacido en este hábitat, ténen una muy corta esperanza de vida de dos a cuatro años máximo, teniendo en cuenta que dentro de la seguridad de una familia pueden vivir 15 años y más. Si un gato acostumbrado a vivir en familia, que no conoce los múltiples peligros de la calle, se encuentra de repente, imaginémonos la dificultad que tendrá para adaptarse y para superar las consecuencias físicas y psicológicas del abandono. El estrés provocado por el miedo a la nueva situación desconcertando, el tráfico, los perros, el frío, el calor, la dificultad o imposibilidad para encontrar agua y comer, accidentes con el collar que todavía ponen algunos propietarios a pesar de ser obvio el peligro mortal de asfixia, enfermedades propias de la dura vida al exterior como la leucemia, la inmunodeficiència felina, peleas con otros gatos, heridas infectadas… y una larga lista de infortunios que ningún animal se merece sufrir.
Si un gato acostumbrado a vivir en familia se encuentra de repente en la calle, imaginémonos la dificultad que tendrá para adaptarse
Además de los animales los propietarios de los cuales se los abren la puerta porque se han cansado, porque molestan o porque no quieren responsabilizarse de ellos ante el primer problema de salud o de comportamiento que presentan, nos encontramos con una importante cantidad de animales que no han sido abandonados propiamente, pero que igualmente acaban deambulant por las calles debido a que se han escapado puesto que los propietarios no han vigilado, o han caído del balcó porque nadie se ha preocupado de colocar rejas o redes, o porque nadie se ha preocupado de esterilizar el animal que en épocas de celo hará el posible instintivamente para marchar. Muchos de este animales no volverán, o bien porque no encontrarán el camino de vuelta o bien porque morirán de cualquier manera y nadie los volverá a ver nunca más.
Tenencia responsable de animales de compañía significa esto mismo, responsabilidad ante todo el que comporta tener un animal y anticipación por el que puede afectar su bienestar. Cuidémoslos bien, vacunémoslos, xipem-los, procuramos que tengan una existencia realizada como especie, aseguramos que en nuestra propia casa no corran ningún peligro, esterilicémoslos, regalamos-los- una buena calidad de vida, pero sobre todo, no abandonamos, hacemos el esfuerzo de practicar un simple ejercicio básico de empatía, pongámonos al lugar del animal que se ve de repente desamparat y desesperado…el que no volemper nosotros mismos, no lo volguem para estos seres indefensos que confían en nosotros, no se los fallamos. Responsabilidad y mucho respeto por la vida.