Los propietarios de la empresa Hielos del Maresme, S.A declararon ayer durante más de seis horas a los juzgados de Mataró como responsables de la torre de refrigeración de la calle Òrrius, foco originario del brote de legionel·losi que afectó Mataró el agosto del año pasado. Durante la declaración, Inés Roca y Alfonso Benito explicaron que la torre de refrigeración de su empresa solamente se puso en funcionamiento para hacer algunas pruebas y que durante estos tiempos se vio que no funcionaba demasiado bien. También confesaron haber limpiado la torre con leéis, como descubrieron los técnicos municipales, una acción ilógica si ciertamente la torre no funcionaba en regularidad, segundo pronunció la acusación.
El abogado de los acusados, Carlos Benito, también presentó unas analíticas realizadas en la torre por unos laboratorios privados, las cuales demostraban que el conducto no se encontraba infectado. Y declaró que sus clientes habían sido "cabes de turco" del caso.
En la declaraciónestuvieron presentes los ocho letrados de la parte acusadora, es decir, el del Ayuntamiento, que forma parte de este bloque después de la resolución dictaminada la semana pasada por la jueza que instruye el caso; los de los afectados y el de la Federación de Vecinos y la Asociación de Vecinos de Cerdanyola.
Precisamente ha sido Pep Mantiene, abogado de las dos entidades vecinales, quienes recientemente ha presentado un recurso de apelación a la jueza de Mataró que exculpó el Ayuntamiento de toda responsabilidad en el brote. El letrado considera que "el consistorio tendría que estar al margen en este caso y no formar parte de la acusación", puesto que su presencia podría contaminar el procedimiento.
La declaración de los propietarios de Hielos del Maresme, S.A sólo ha sido el primer paso de un proceso judicial "exageradamente lento", según se pronuncian la mayoría de los abogados implicados. La acusación ha solicitado nuevas pruebas, las cuales se irán presentando junto con nuevas declaraciones, todavía sin fecha fijada.
El proceso sobre el caso se prevé muy largo. Después de la presentación de todas las pruebas y declaraciones, el juez pronunciará los acusados, los cuales se tendrán que afrontar a un juicio y a una pena máxima de cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública y el medio ambiente.
El brote de legionel·losi afectó 108 vecinos de Mataró, principalmente residentes en el barrio de Cerdanyola, y causó dos víctimas mortales. Con este balance ha sido la epidemia de esta enfermedad más importante a la Sido Espanyol.
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