El gran objetivo por el que trae trabajando la pandilla castellera Renacuajos de Mataró toda la temporada, el 2 o torre de 9 con forre y manillas, hizo leña al Concurso de Castells de Tarragona de este pasado domingo, en el que era el segundo intento de los de la camisa azul marino para lograr un castillo de los llamados de Gama Extra después del también fallado de la fiesta de Las Santas. Se llegó más lejos que en la primera ocasión, colocando los dosos y con acotxadora y enxaneta ya bien arriba, pero la estructura se rompió y el batacazo, física y moral, fue inevitable. Muchas caras largas y de tristeza, porque los ensayos de la semana habían ido bastante bien, y hasta 900 personas – 600 a la arena y 300 a la grada – se habían embarcado en esta aventura que hubiera supuesto un salto cualitativo excepcional para la entidad. Sólo cuatro pandillas tienen en su haber algún castillo de Gama Extra, y hace quince años que no se incorpora ninguna formación a este selecto grupo. Cuando lo consiguió la última, los Castellers de Vilafranca, los Renacuajos no habían ni nacido.
Todo y la reducción del número de pandillas – de 18 a 14 – el Concurso, que se celebra cada dos años y llegaba a la 23a edición, volvió a tener una duración demolidora. Quizás este hecho también repercutió en las posibilidades para el intento del Gama Extra moratón. El acontecimiento se iniciaba a la remodelada Tarraco Enarena Plaza pasados unos minutos de las 10 de la mañana, y los Renacuajos empezaban a levantar la torre de 9 a las 2 del mediodía. En las dos rondas anteriores habían levantado el 3 y el 4 de 9 forrados, ni mucho menos los mejores que han hecho los moratones en su historia pero sin exceso de sufrimiento para completarlos. En aquellos momentos, la tercera plaza del certamen era un roce muy cerca entre los mataronins, la Jóvenes Niños de Valls y la Jova Niños de Tarragona, que habían calcado construcciones. La tercera ronda decidió los lugares: los de Valls conseguían hacer la aleta al 5 de 9 con forro, castillo que, todo y sólo cargarlo, los permitió incluso acceder a la segunda posición final, por ante la eterna rival de la ciudad, la Vieja, que arriesgó al máximo para intentar hacer sombra a la máquina verde que desde ya hace unas cuántas temporadas es la pandilla de los Castellers de Vilafranca, y lo pagaron con leñas contundentes y bajante hasta la tercera y mal païda posición. Vilafranca, a pesar de no hacer su mejor actuación de la temporada, demostró que se encuentra mucho por encima del resto, y ganó el concurso abriendo con un espectacular 4 de 9 con forre y aguja, seguido de un pilar de 8 con forre y manillas que sólo pudo cargar, y un 5 de 9 con forro que dejaba dat y bendecido el primer lugar.
Con el golpe anímico y algunos miembros de la pandilla recuperándose de la caída de la torre de 9, los Renacuajos renunciaron a luchar por la cuarta plaza con la Joven de Tarragona – esta levantó un 5 de 8 -, y optaron por la torre de 8, la hermana pequeña de la que hacía una hora había caído, y ciertamente subió triste pero con aquel punto de orgullo de los que quieren levantarse y mirar adelante.
Posible tentativa por Todos Sants
"Veo la pandilla con ganas de volverlo a probar, y el empujón necesario", decía el presidente de los Renacuajos de Mataró, Carles Guanyabens, unas horas después del Concurso. La temporada va tocando su final, y ya no quedan muchas oportunidades para convertirse este año en pandilla de Gama Extra, pero los responsables de la entidad no quieren desaprovechar el trabajo hecho, y es más que probable que a partir de los ensayos de esta misma semana se ponga la vista en la fiesta de Todos Sants, cuando los Renacuajos se desplazarán en Vilafranca del Penedès, para volver a intentar la gigantesca torre. Todo dependerá de que los mataronins se lo crean y no caigan en el desaliento, y que parte de las docenas de nuevas incorporaciones que ha habido estas últimas semanas con motivo del Concurso, y que hicieron posible la marea azul de Tarragona, acudan de nuevo al local de assaigg.

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