Los Renacuajos tampoco se escaparán de los problemas que genera la coincidencia en el calendario de Sant Jordi y la Semana Santa. Su tradicional actuación por la Fiesta, que marca el pistoletazo de salida de la temporada castellera para los mataronins, se verá afectada por la carencia de efectivos. "Las fechas son fatales porque mucha gente de la pandilla será fuera unos días de vacaciones", explica el capataz, Lluís Feliu. Muchos de ellos, incluido el propio Feliu, romperán con sus días de descanso y volverán a Mataró sábado, día 23, para la actuación. "Pero esto no lo podemos pedir a todo el mundo", añade. De hecho, los castellers habían llegado a proponer trasladar la actuación al lunes 25, de cara a poder contar con más efectivos. "Al final, pero, se consideró que la actuación quedaría fuera de contexto, cosa que no deja de ser cierta", resuelve el capataz.
Ante esta situación, los Renacuajos ofrecerán una actuación simbólica, sin mucha pes casteller. Si finalmente no suman prous camisas azules, se tendrán que conformar al echar castillos de 7 ante el Ayuntamiento. Así pues, será una jornada menor incluso a la actuación que ofrecieron hace dos semanas por el aniversario del local de la entidad, cuando llegaron a hacer el 3 de 8. A pesar de todo, la pandilla mataronina está viviendo un buen inicio de temporada, tal y cómo explica el propio Feliu. "Estamos muy contentos de cómo está arrancando todo, de las ganas e ilusión que hay". El año pasado fue muy intenso para los mataronins, y la resaca de momentos gloriosos como la torre de 9 con forro todavía dura. "Todavía hay gente que se tiene que animar a venir a los ensayos", añade Feliu. Uno de los grandes objetivos de este año, precisamente, será traer un castillo de gama extra a la plaza de Santa Anna durante la actuación de Santas.
Sábado, día 23. A las 6 de la tarde ante el Ayuntamiento

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