Las elecciones en el Parlamento de Cataluña nos dejan dos titulares principales: "el independentismo revalida la mayoría absoluta" y "C's es la primera fuerza en votos y escaños". También hay que destacar el hecho que, definitivamente, las elecciones catalanas giran alrededor del eje identitario, con dos bloques claramente diferenciados que, si bien no llegan en mitad del electorado, seacercan. La sorpresa de la jornada ha sido que la candidatura de Puigdemont ha quedado por ante ERC, con lo cual parece que el "gen convergente", en palabras de Enric Juliana, continúa vivo, y de qué manera! El hundimiento del PP merece capítulo aparte, teniendo en cuenta que las elecciones habían sido convocadas por Rajoy en virtud de una interpretación más que discutible del artículo 155 de la Constitución. Seguramente el presidente español es el gran perdedor de los comicios y las consecuencias serán, indudablemente, de alcance estatal. Rajoy quería devolver la política catalana al que él considera que es la normalidad, y ahora parece que la situación es todavía más compleja.
Si nos fijamos en los resultados en Mataró, el titular es muy claro: "C's gana las elecciones de forma clara arrasando en los barrios populares". De hecho, la candidatura encabezada por Inés Arrimadas gana en todos los barrios de la ciudad, a excepción, como era de prever, del Centro y el Ensanche, donde los partidos independentistas obtienen sus mejores resultados. Un fenómeno que se da prácticamente en toda la zona metropolitana de Barcelona, en el que años atrás se denominaba el "cinturón rojo". Este es uno de los efectos más claros del Proceso: el auge de C's. Y bajo mi punto de vista, todo un drama para el catalanismo histórico. Que los barrios obreros opten por una opción claramente de derechas nos tendría que hacer rumiar también. Ahora ya no está de moda hablar del eje social tradicional, pero hay un dato que hay que retener: en Mataró, las derechas han obtenido un 53,2%, mientras que las izquierdas se han quedado en un 45,2%. Los datos a nivel de Cataluña tampoco son esperanzadoras para las izquierdas. Definitivamente, quienes decían que el Proceso echaba el país hacia la izquierda estaban muy equivocados, a tenor de los datos. El eje nacional se impone sobre el social, y esto seguramente es una gran derrota para las izquierdas. Las banderas todo lo tapan, también los recortes y la corrupción.
C's obtiene un 30,46% en Mataró, seguido, además de 10 puntos, por ERC (19,9%), Juntos por Cataluña (18,53%), PSC (14,77%), Cataluña en común Podemos (6,78%), PP (4,21%) y CUP (3,75%). Los resultados de C's son impresionantes si atendemos a los datos por barrios, con porcentajes por encima del 40% a La Llàntia, Cerdanyola Norte y Cerdanyola Sur. Definitivamente, el eje identitario dibuja dos ciudades dentro de la misma: unos barrios populares que votan mayoritariamente partidos constitucionalistas, con unos resultados muy buenos para C's, y un Centro y un Ensanche que votan principalmente partidos independentistas. Mataró, como ya se ha visto en anteriores comicios, es una ciudad que de forma clara no es independentista: "sólo" un 42,18% vota ERC, JxC o CUP, más de 5 puntos menos que la media catalana, que por cierto tampoco llega en mitad del electorado.
Si hagamos política ficción, y sabiendo que los resultados de unas elecciones al Parlamento no se pueden extrapolar en un hipotético Ayuntamiento de Mataró, obtendríamos los siguientes resultados en unas municipales: C's conseguiría 9 regidores, ERC 6, Juntos por Cataluña 6, PSC 4 y Cataluña en común Podemos 2. PP y CUP, como que no llegarían al mínimo del 5%, no obtendrían representación. En este caso, los Comunes sí que tendrían la clave de la gobernabilidad de la que hablaron durante toda la campaña y que, finalmente, no tendrán en el Parlamento. Pero esto es otra historia: con total seguridad los resultados en las municipales del 2019 serán mucho y muy diferentes. Tendremos que esperar todavía un año y medio, y este periodo de tiempo, en la política catalana, es toda una eternidad.
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