En los próximos años Mataró tendrá que decidir qué quiere ser a nivel turístico. Hay una apuesta clara en los últimos tiempos y movimientos como la mayor presencia de las oficinas de turismo, las rutas guiadas durante el verano, el portal VisitMataró y los datos de ocupación muestran un interés en todas direcciones para la ciudad. Pero hay que definir qué tipo de turismo se quiere y se puede abarcar a la ciudad. Las potencialidades son muchas, empezando por los centenares de metros de playa que hay en la ciudad. A pesar de esto, el municipio sigue muy lejos de localidades como Calella o de la zona del Alto Maresme, y por lo tanto hay que definir que quiere ofrecer como municipio.
Esto significa redirigir una estrategia de ciudad que pasa miedo muchos elementos que no dependen sólo del turismo: desde la accesibilidad al frente marítimo hasta la predisposición de los comercios a adaptarse a las necesidades de los visitantes, así como la potenciación de meses como los de julio y agosto más allá de Las Santas en forma de actividades y reclamos que hacen verano: ferias, jornadas, festivales de música al aire libre...
En la Mataró de 2030 seguramente no veremos una ciudad llena de extranjeros por las calles del casco antiguo durante los meses de verano, pero tendríamos que tener definidos ya qué tipo de turismo queremos potenciar y como hacerlo. Mataró sigue siendo atractivo para visitas puntuales y por su proximidad con Barcelona, y esto puede estar bien o se puede querer cambiar hacia otra dirección.
Comentarios