J.V.

Los vecinos de Cerdanyola reclaman un nuevo casal de abuelos al barrio

Unas 150 personas se manifestaron sábado ante la casa de Can Miralles, donde creen que podría ubicarse el equipamiento.

Unos 150 vecinos de Cerdanyola se manifestaron, el pasado sábado 11 de septiembre, ante la casa de labrador de Can Miralles situada en la calle Penedès para reclamar al ayuntamiento que la convierta en un casal de abuelos.

Los vecinos creen que con este nuevo equipamiento se podrían suplir las carencias derivadas del cierre del centro que la caja Laietana tenía a la esquina de la avenida Puig y Cadafalch con la calle Maria Auxiliadora.

A pesar de que en el centro cívico de Cerdanyola se habilitaron un espacio para la tercera edad, esta medida no es suficiente, según explica uno de los promotores de la protesta, Joan Antoni Gonzàlez, sobre todo «por aquellos abuelos que viven más lejos y a los que los cuesta andar hasta Can Morros».

Tanto la fábrica como la masía y los huertos que hay a los entornos actualmente pertenecen a los herederos de los anteriores amos de Tecofi, que murieron hace un par de años. Estos espacios están integrados dentro de tres unidades de actuación que se pueden requalificar como suelo urbanizable residencial. En concreto, en este ámbito sepodrían construir un total de 68 nuevas viviendas.

Aún así, a estas alturas el Ayuntamiento no ha tenido conocimiento que los actuales propietarios hayan aceptado ninguna oferta para vender los terrenos ni que exista ningún proyecto de reurbanización. Fuentes municipales han explicado que en caso de que se anunciara un proyecto, desde Pumsa se iniciarían las negociaciones para que la masía se conserve para ubicar algún equipamiento cívico.

Archivado en:

Comentarios