Los vecinos de la escuela Freta se oponen a la ampliación del centro

Los vecinos de los entornos de la escuela Freta se oponen a la ampliación prevista por el centro, y que contempla la construcción de un edificio anejo a la zona del patio. Los vecinos advierten del impacto que supondrá la ampliación de este centro en una zona de Rocafonda donde ya hay una gran densidad de población. "Sólo queremos garantizar nuestra calidad de vida", asegura el portavoz de los vecinos de Rocafonda-Esperança-Ciutat Jardín, Josep Perarnau. Según este vecino, las obras que se quieren llevar a cabo destruirán los pinos que hay en el actual patio de la escuela, unos árboles que el movimiento vecinal ya consiguió salvar a los años ochenta, cuando se construyó la escuela.

Los responsables de la escuela Freta expusieron hace un par de meses el proyecto de ampliación del centro en una reunión con los vecinos de los entornos. Según explica el director del centro, Eusebi Martín, se prevé ampliar la escuela con un nuevo edificio semisoterrat a la zona del patio. Este edificio tendrá que servir para dar respuesta a los alumnos de los ciclos formativos que a partir del curso próximo se realizarán en dos años en ninguna parte de un cómo hasta ahora, tal y cómo fija la nueva ley de educación. "No queremos crecer sino que ampliamos por necesidad", asegura Martín, que recuerda también que el centro se encuentra actualmente "en plena ocupación".

Los vecinos de la zona, que coge los calle Padre Molé, Miquel Albà, paseo de Rocafonda y Avenida de América, ya han recogido más de 500 firmas y han colgado pancartas en contra de esta ampliación. "No estamos en contra de la escuela, el único que queremos es que no se haga nada de la ampliación", dice Perarnau, que pide la implicación del Ayuntamiento para resolver el conflicto.

El regidor de Urbanismo, Ramon Bassas, explica que el Ayuntamiento no tiene ninguna notificación oficial del proyecto de ampliación pero si que ha habido "contactos informales" con el arquitecto encargado de su redacción, Josep Maria Puig Boltà. Según Bassas, al tratarse de un equipamiento, el centro tiene que pedir un estudio de detalle que tiene que aprobar el consistorio, y que se supedita al proyecto de ampliación. El regidor de Urbanismo explica que el primer proyecto que Puig Boltà presentó "era inasumible", entre otros cosas por el exceso de volumen propuesto, y que ahora se ha elaborado un segundo proyecto que reduce este impacto volumétrico. Bassas añade también que antes de dar luz verde al estudio de detalle, se tendrán en cuenta las demandas que hacen los vecinos.