Manel es el nombre de un grupo, no de un solitario cantautor. Se trata de un cuarteto, y ninguno de ellos, de hecho, se llama Manel. Son Guillen Gisbert, Martí Maymó, Roger Padilla y Arnau Vallvé. Deshecho el lío, queda hablar de la banda, una de las grandes noticias de los últimos meses en el panorama de la música pop catalana. El motivo de alegría es su disco de debut, Los mejores profesores europeos, que contiene 12 canciones de factura excelentes.
Manel empezaron a sonar en 2007, cuando quedaron finalistas del concurso Suena 9. A partir de entonces compaginaron directos, que los fueron dando mesas al escenario, con la preparación del disco. Un álbum que los ha salido redondo, puesto que sabe combinar la sonoridad mediterránea tan propia de los cantautores catalanes con letras muy personales, en que confluyen la cotidianidad y un contrapunto humorístico y absurdo, y ciertas influencias del pop independiente. Son, además, muy versátiles, tal y cómo queda patente en canciones propias cómo Ay Dolors o Mujer extranjera y versiones como Gente Normal (Common People de los británicos Pulp) o No te añoro, de Los Pedos. Los críticos han caído rendidos a los pies de la banda, que ha sabido dignificar el pop catalán del mismo modo que ahora hace unos años lo hicieron Antònia Font. Son grupos diferentes, pero comparten ingredientes: una personalidad propia, saber rehuir de etiquetas y entender la música cantada en catalán como un sencillo medio de expresión y no como una vía para el encasillamiento.
Manel serán este fin de semana al Clap, para presentar su álbum de debut y ofrecer el que será, a priori, uno de los conciertos más destacados del ciclo de Músicas Tranquilas que organiza Casa de la Música Popular. Un ciclo que quiere recordar la Nueva Canción, un género con el cual el cuarteto guarda cierta relación, pero sin sonar nunca retrógrada.
Viernes, día 3. A las 10 de la noche a la sala Clap. Precio: 10 euros (anticipada y casadelamusica.cat), 12 euros (taquilla)

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