La protesta convocada este martes por la tarde en el barrio de Cerdanyola de Mataró nació como una concentración vecinal para reclamar más seguridad, pero acabó convertida en un escaparate de simbología y discursos de extrema derecha. La manifestación, organizada por la Plataforma de Vecinos por la Seguridad de Mataró y auspiciada por el entorno de Vox, reunió a un centenar de personas en la Plaza 11 de Septiembre, también conocida como Can Morros. El evento estuvo marcado por la presencia de individuos uniformados con indumentaria paramilitar, gritos de carácter fascista y pancartas propias del imaginario ultraeuropeo.
Los disturbios vividos en el barrio hace un mes, con contenedores quemados, vehículos destrozados y enfrentamientos con la policía, han servido de pretexto para la convocatoria. Según el portavoz de la plataforma, Pablo, el objetivo era “pedir al Ayuntamiento más policía, más seguridad y leyes más duras”, y protestar “contra la inseguridad y la violencia”, ante "el aumento de actos delictivos, ocupaciones reiteradas, sensación de abandono institucional y falta de respuesta eficaz por parte del Ayuntamiento y de las administraciones competentes".
La manifestación por las calles de Cerdanyola. Foto: R. G.
A pesar de su apariencia de movilización vecinal, el vínculo con Vox quedó claro desde el primer momento: Mónica Lora, concejala del partido en Mataró y diputada en el Parlament, participó activamente, al igual que el resto de concejales de la formación en la ciudad. Desde el partido también se animó, a través de comunicados y redes sociales, a participar en la marcha.
Concejales de Vox en Mataró encabezando la manifestación. Foto: R. G.
El acto, sin embargo, superó el marco de una reivindicación ciudadana cuando un grupo de asistentes —muchos de ellos conocidos entre los movimientos de ultraderecha de la ciudad pero también de otros puntos del país— exhibieron actitudes claramente fascistas: saludos con el brazo en alto, consignas como “Arriba España”, y una pancarta con el lema Remigration, habitual en círculos de extrema derecha alemana.
Fuerte presencia policial en el barrio durante la manifestación. Foto: R. G.
Aunque los organizadores intentaron desmarcarse de estos elementos, su presencia condicionó todo el recorrido, que transcurrió bajo un fuerte dispositivo policial desplegado en la zona. Mossos y Policía Local rodearon a los participantes desde el punto de inicio en Can Morros hasta la Plaza Illa Cristina, donde concluyó el acto.
Desde la organización de la protesta de este martes han querido especificar posteriormente que este grupo participó "por iniciativa propia". "Nos desvinculamos de ciertos cánticos del grupo que hizo las pintadas en la puerta de la escuela donde tuvo lugar la agresión", han indicado desde la plataforma vecinal, que ha asegurado: "No los hemos podido controlar porque llevaban un megáfono propio".[banner-AMP_5]
"Quien nos debe proteger ha desaparecido"
Al finalizar la manifestación, el portavoz de la plataforma vecinal leyó un manifiesto donde aseguró que Cerdanyola "siempre ha sido un barrio humilde, trabajador y pacífico" pero lamentó que se hayan vivido "siete noches de caos". "Quien nos debe proteger ha desaparecido, el gobierno municipal nos ha abandonado, no ha reforzado la seguridad ni ha dado la cara. ¿Dónde están las soluciones? Los delincuentes actúan con total impunidad, y los pocos policías que tenemos son señalados por hacer su trabajo, es una vergüenza", aseguró.[banner-AMP_6]
"Vivimos siete noches seguidas de verdadero caos", lamentaron los convocantes de la marcha, que reclamaron al Ayuntamiento y a la Generalitat "actuaciones con contundencia". "Hemos pedido ayuda y nos han dado silencio", añadieron en un manifiesto en el que aseguraron que muchos vecinos han pasado varias noches en vela atemorizados por la tensión que había en la calle. Los manifestantes reprocharon al gobierno local que no "se atreva" a pisar el barrio para apoyar al vecindario.[banner-AMP_7]
"Los delincuentes campan a sus anchas, ocupan viviendas, destrozan todo lo que encuentran, amenazan a los vecinos y, encima, se sienten impunes", criticaron los convocantes de la protesta. Cargaron especialmente contra el gobierno municipal, al que acusan de "mirar hacia otro lado" y no garantizar suficiente presencia policial.
El portavoz de la plataforma, Pablo Jiménez, lamentó que el barrio "va cada vez a peor" y dijo que el detonante para convocar la protesta fue la paliza que el día de Sant Jordi propinaron tres chicos a un joven de 13 años cerca de la escuela la Llàntia. "Pero ha habido muchas peleas, quemas de contenedores, peleas y ocupaciones, y ya no podemos más", insistió, asegurando que el vecindario está "harto".[banner-AMP_8]
El grupo ultra al final de la manifestación. Foto: R. G.
Una manifestación de signo contrario el jueves
Esta manifestación forma parte de un pulso que se vive en el barrio de Mataró. Este jueves, en la misma plaza, está convocada una protesta de signo contrario, bajo el lema “Contra el racismo y los desahucios”, organizada por entidades sociales y sindicatos de vivienda. El choque de relatos entre “seguridad” y “derechos sociales” vuelve a poner a Cerdanyola en el centro del debate político de Mataró.[banner-AMP_9]
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