Vicenç Carrés y Antònia Armengol no se esperaban encontrar los familiares, amigos y trabajadores de su empresa reunir el día 11 al Museo de Mataró. La sorpresa formaba parte del acto de homenaje a este matrimonio octogenario que ahora hace sesenta años fundó las Manofactures Carrés-Costa. La pareja estaba organizando una celebración de esta fecha de cara al mes de junio, cuando supuestamente se cumplían los sesenta años de la fundación de la fábrica textil. Pero los hijos y ahora responsables de la empresa han encontrado un documento que demuestra que Manofactures Carrés Costa se inscribió al registro el 12 de junio del 1947, confusión que aprovecharon para organizar el homenaje sorprendida.
Al acto, que reunió una octogésima de personas,asistieron el director general de PYMES de la Generalitat, Albert Roca; el alcalde, Joan Antoni Baron; y el presidente de Asegema, Josep Espígul, mientras que uno de los hijos de la pareja, Joan Carrés, ejerció de maestro de ceremonias. Fue el propio Carrés quién explicó la anécdota de la fecha de fundación de la empresa y recordó brevemente la evolución de esta pequeña fábrica textil, que nació especializada en ropa interor y que a lo largo de los años ha ido ampliando su producción a otros tipos de prendas de ropa.
Con sesenta años de historia, Manofactures Carrés Costa es una de las empresas textiles más antiguas de la ciudad, un hecho que destacaron tanto Roca como Baron y Espígul, que también coincidieron al poner como ejemplo el empujón de esta empresa en un momento en que el sector textil sufre una fuerte crisis estructural. Así, Espígul aseguró que llegar a cumplir 60 años no es fruto de la casualidad, sino del trabajo serio y de calidad. Roca, por su parte, puso el matrimonio Carrés Armengol como ejemplo de el espíritu emprendedor que caracteriza Cataluña y su empresa como modelo de las empresas familiares que son el palo de pajar de la economía catalana y elemento de equilibrio territorial. Roca, además, recordó que el sector textil es tanto antiguo como el hombre y por este motivo, añadió no dejará nunca de existir. No tenemos que cometer el error de confundir los sectores tradicionales con los sectores obsoletos, dijo.
Baron, que cerró el acto, insistió en el hecho que la historia del textil es la historia de nuestra ciudad y alabó el carácter emprendedor y trabajador de los mataronins que han sabido encontrar oportunidades para ganarse la vida. El alcalde reconoció que la crisis del textil ha dejado a muchos ciudadanos especialmente mujeres- en el paro, pero aseguró que la situación no era preocupante gracias al giro que la ciudad ha hecho de la industria cabe el sector servicios.

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