Maria José Vicente es una de las pocas mujeres que se dedica a la investigación privada y la primera –y única- en Mataró que se ha tirado a la aventura de abrir una empresa propia. Después de unos años trabajando para terceros, esta mataronina ha creado su despacho MJ Detectives Privados L.2237, desde el cual ofrece servicios de investigación para empresas y particulares. La historia de Maria José Vicente es muy particular. Dejó su trabajo de contable para hacer realidad el sueño que tenía de pequeña: convertirse en uno de aquellos detectives privados que veía a las películas y las series de televisión. Se graduó en investigación privada, obtuvo la tarjeta de identidad profesional y empezó a trabajar colaborando con diferentes empresas, incluida la de los detectives Zepol de Mataró. Hasta que se animó a montar su propia empresa, la primera de investigación privada que abre en Mataró dirigida por una mujer.
Para montar su despacho, Vicente contó con el asesoramiento del IMPEM: "Yo no sabía como iba esto de montar una empresa y ellos me orientaron y ayudado mucho", explica. Ahora trae su despacho, situado en la calle Sant Josep, a solas, si bien cuando necesita apoyo contrata otros investigadores autónomos.
Vicente asegura que sacado de alguna anécdota puntual, el hecho de ser mujer en un mundo todavía dominado por la presencia masculina no le ha supuesto ningún gran problema. Al contrario. La detective asegura que a veces, su condición ayuda: "Una mujer consigue más información", explica, añadiendo como se ha sorprendido, en los años de profesión, de cómoes de refiada la gente: "la gente se fía mucho más del que nos pensamos y explica muchas cosas, tendríamos que desconfiar más", recomienda. Las redes sociales, explica, han facilitado mucho su trabajo puesto que "la gentedeja mucha información y no van mucho con cuenta". Todo y la idea de acción y aventura que se puede tener de los investigadores privados a través de la tele y el cine, su trabajo incluye en realidad muchas horas de despacho y requiere, sobre todo, de "mucha paciencia". "Te tienes que pasar muchas horas haciendo guardia ante puertas", pone como ejemplo. Otro de los disparos que tiene que definir un buen investigador es la intuición: "tienes que conocer la ingeniería social y saber como dirigirte a la gente para sacar información".
Dar tranquilidad
Desde su despacho, Maria José Vicente trae muchos casos familiares, como por ejemplo infidelidades y control de menores; pero también toca temas relacionados con las empresas, como son las bajas laborales fingidas, las competencias desleales o los impagos. Con la crisis, relata, han aumentado los casos que tienen que ver con cuestiones económicas, desde morosos que no pagan hasta padres separados que no se hacen cargo de las pensiones de los fillls. Y continúa investigando también muchos casos de infidelidad. A pesar de que ya no se considera causa de divorcio, mucha gente contrata los servicios de un investigador privado para confirmar sus sospechas y quedarse más tranquila. "Un detective privado se tendría que ver como un abogado o un psicólogo, a los que vas porque te den tranquilidad", concluye.

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