-
-

Vern Bueno

Maria Mercè Roca: ‘L’escritor vive en una angustia permanente’

La escritora gerundense protagoniza el acto institucional de Sant Jordi con una conferencia sobre los difíciles retos que tiene que asumir un autor

La obsesión ante la página en blanco. La incapacidad de escribir una sola línea durante semanas. Las dudas que surgen cuando uno se pregunta si el que escribe vale realmente la pena. Las penurias económicas que se tienen que sufrir para poderse dedicar plenamente al que un vol. Estos son algunos de los sacrificios que un verdadero escritor tiene que afrontar como mínimo en alguna fase de su vida para poderse definir como tal. Así lo relató ayer martes, día 21, la escritora gerundense Maria Mercè Roca, que va protagontizar el acto académico institucional de Sant Jordi al Salón de Sesiones del Ayuntamiento. La sala se llenó para asistir a la conferencia. "Escribir. Una crisis permanente", en que la autora de libros como Sort que hay el horizonte o Delitos de amor (que le han valido premios como Josep Pla, el Sant Jordi y Ramon Llull) dejó muy claro que el escritor no tiene una vida sencilla.

"El escritor vive en una angustia permanente", dijo Roca. Para dar pes a esta afirmación, en ninguna parte de ponerse como ejemplo prefirió recuperar textos de algunos de los autores que más lo han influido. Citó en varias ocasiones Mercè Rodoreda y sus casos de angustia por la incapacidad que tenía de afrontar una nueva novela, que incluso le derivaron en enfermedades psicosomàtiques. También reflejó las dificultades económicas que va atravessar a lo largo de su trayectoria, a pesar de acontecer una "gloria nacional", como Roca la definió, después de publicar La Plaza del Diamante. En el caso de Luis Racionero, Roca citó textos del autor catalán en que mostraba su "incapacidad de escribir más de tres páginas al día". Racionero aparcó su vida profesional para dedicarse plenamente a la literatura en un magnífico estudio de Santo Martí de Empúries, pero esto no le valió para romper su bloqueo. También recordó Katherine Mansfield, la gran escritora neozelandesa, que reconocía que se pasaba el día "haciendo ver que escribia", con la sensación de "no avanzar nunca, siempre ser allá mismo".

La conferenciante explicó que una de los grandes obsesiones de los escritores llega cuando afronta una nueva obra y no sesale. "Entonces nos preguntamos: cómo nos lo hicimos antes? De donde sacamos aquella trama tan muy construida? Y aquellos protagonistas?". Una condición sine qua non para conseguirlo, según Rodoreda, es que el autor acepte la sol·litud como un hecho absolutamente indispensable. Citando al premio Nobel turco Orhan Pamuk, Roca apuntó que para escribir "hace falta paciencia y esfuerzo, pero antes hay que huir de las multitudes y de la vida qüotidiana, y cerrarse en una habitación". Esto, pero, sólo se consigue sin demasiadas penurias si se dispone de una vida económica bastante solvente. Roca recordó una conversación entre Racionero y el grande Josep Pla. El primero le manifestó su voluntad de dedicarse a la escritura. "Y usted ya tiene dinero?", le respondió el autor del cuaderno gris. Roca reconoció que el dinero "son la libertad" para los escritores, pero apuntó que, según Josep Maria Espinàs, un escritor "no tiene que ser ni demasiado rico ni demasiado pobre". En el primer caso, opina Espinàs, es "difícil mantener la tensión necesaria" que un buen autor requiere.

Tampoco hay que llegar a extremos de pobreza como los que describía Ernest Hemingway en su estancia en París, cuando iba a los Jardines de Luxemburgo a cazar palomos porque no tenía nada más que llevarse a la boca. Roca también citó Paul Austero, que a pesar de ser un caso clarísimo de autor de éxito, asegura que cuando se decidió a ser escritor ("porque no valía para nada más que esto", decía el norteamericano), se tenía que resignar a la pobreza y no lo tenía que asustar y que "nuncatendría bastante para vivir". Escribir, según la conferencia que pronunció Roca, es una tarea muy complicada, que requiere quizás demasiada esfuerzos y sacrificios, pero la escritora gerundense aseguró que vale la pena. Para contrastarlo, llegó a decir que "algunos libros que hemos leído nos producen más impacto que muchas personas que hemos conocido".

Comentarios