Un concierto recreando la música y los bailes de la época romana y un tastet de los platos que muy probablemente se consumían en la época de la antigua Iluro convirtieron el acto de celebración de los 50 años del descubrimiento de la Torre Llauder en una pequeña bacanal que reunió más de medio millar de personas. El vallado arqueológico se llenó a tope en este acto que tuvo lugar el pasado viernes, día 11, y que sirvió también para reabrir este espacio arqueológico después de un par de años cerrado por reformas. La presencia de las autoridades –el alcalde Joan Mora y el director general de patrimonio, Joan Pluma, entre otros- vistió de solemnidad este acto que contó también con la presencia de los Armados de Mataró, que efectuaron varios cuadros ante las puertas de Clos, antes de formar un pasillo para dar la bienvenida a los visitantes que accedieron en el espacio.
"La Torre Llauder permite ver como nuestros antepasados romanos sabían elegir el lugar donde vivir", manifestó el alcalde Mora en su parlamento, en el cual destacó Clos arqueológico como "una pieza extraordinaria de promoción de la ciudad". Mora, como también el regidor de Cultura Joaquim Fernàndez, reconocieron también la contribución del arqueólogo Marià Ribas, responsable del descubrimiento de estos restos ahora hace cincuenta años. Al acto de viernesestuvo presente su hija Maria Ribas y sus limpios.
Acabados los parlamentos, tuvo lugar una visita al vallado comentada por el arqueólogo municipal Joaquim Garcia, y posteriormente se proyectó un vídeo que mostraba la reconstrucción de la villa romana de Torre Llauder. A continuación, se inició la parte más festiva del acto, con el espectáculo musical a cargo del grupo de reconstrucción histórica Thaleia, y el tastet de productos romanos a cargo del grupo Kuan-um.

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