Redacció

Mataró, de rebajas

Precisamente tenía que estar en Mataró. El mitin más fluye de este inicio de campaña. El decorado era lo de siempre. Domina la escena el entarimado rojo, con el atril y la señera. Al fondo, se colocan los jóvenes. La idea es que a la tele se los vea detrás del candidato, para dar la imagen de un público juvenil. A una banda y en ringlera, los periodistas. Los focos, y en Serrat que canta "Hoy puede ser un grande día". El único que faltaba era el carisma de los oradores. El más importante, de hecho.

La teniente de alcalde Consuelo Prados quedó lejos de las arengas de Celestino Corbacho (en la Hospitalet) y Maite Arqué (en Badalona). Y por supuesto, la intervención del actor Abel Folk dejaba frío, después de haber escuchado en Felipe y en Gurruchaga. Además, tanto el una como el otro se aferraron a la lectura de sus textos sin arriesgar con la improvisación. En estas condiciones, sólo el protagonista de la velada fue capaz de arrancar unos apluadiments como es debido. Y todavía.

El chiste sobre el exregidor Remigio Herrero ("Me gusta el Remigio, pero no el de las cartas, porque nosé jugar") tuvo poca gracia. A estas alturas, además, su discurso empieza a estar fusilado de clichés. Cuando sale con la cançoneta que "De Todos Sants a Santo Martí, once días y una mañana... y cuatro más para el cambio", los periodistas no pueden evitar sonrisas de complicidad.

Por cierto, que continúan haciendo broma con el "lo-lo-lo-lo-ló" que en Maragall entonó sábado a lado de en Gurruchaga. Ayer lo acompañaba el diputado Oriol Nel·lo, y alguien lo saludó como Nel·lo-lo-lo-lo-ló. El humor, que no falte. Ajo you need is laugh.

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