En las últimas dos décadas Mataró se ha empobrecido a marchas forzadas, recibiendo población con rentas bajas y un alto índice de inmigración procedente de países pobres, mientras que los vecinos de rentas más altas marchaban de la ciudad para instalarse en municipios más pequeños de su entorno. Por motivos cómo este la capital del Maresme tiene menos ingresos per cápita que la media y recauda menos impuestos que los municipios de sus alrededores (entre los cuales figuran varios de los más ricos de Cataluña), mientras que los gastos sociales a las que tiene que hacer frente son más elevadas.
Así lo posa de manifiesto el estudio "Segregación urbana y desigualdades intermunicipals" elaborado porel Instituto de Gobierno y Políticas Públicas (IGOP) de la UAB por encargo del Ayuntamiento de Mataró. El documento, que se ha presentado este miércoles día 9 en Barcelona, toma el ejemplo de la capital del Maresme para analizar la segregación urbana a nivel de renta a las ciudades del área metropolitana, y posa de manifiesto que ciudades cómo Mataró tienen cada vez más problemas sociales y menos recursos para gestionarlos.
Los datos sobre la capital del Maresme, presentadas por el director del IGOP, Ismael Blanco, son demoledores. La renta mediana de los hogares es un 15 % inferior al conjunto de la comarca del Maresme y de la Región Metropolitana de Barcelona. Las bolsas de pobreza son muy grandes, puesto que un 10 % de la población de Mataró tiene ingresos inferiores a los 5.000 euros anuales (la media es del 7,6 %).
Los principales datos
- Renta mediana de los hogares un 15 % inferior a la del Maresme
- 10 % de la población tiene ingresos inferiores a los 5.000 euros anuales
- 20.000 nuevos habitantes en los últimos 20 años, 51 % de fuera de la OCDE
- Ingresos por impuestos un 9 % inferior a la de municipios del entorno
- Gasto social un 36 % más elevada que los pueblos del cercando
Parte de la explicación de este fenómeno, según posa de manifiesto el mismo estudio, es que en los últimos 20 años (concretamente entre el 2001 y el 2019) Mataró ha crecido en cerca de 20.000 habitantes, de los cuales un 51,3 % son de fuera de la OCDE (que reúne 36 de los países más ricos del mundo). Procedentes del Marruecos, el África subsahariana, Latinoamérica o la Xina, con indicadores socioeconómicos bajos y por lo tanto en riesgo de exclusión social, y concentrándose en barrios cómo Rocafonda o Cerdanyola, que son los que sufren la segregación de forma más acusada. En paralelo, durante el mismo periodo parte de la población de nacionalidad española con rentas medianas y altas se ha ido de Mataró y se ha trasladado a vivir a municipios de su sistema urbano, como por ejemplo Llavaneres o Argentona.

Imagen de archivo de Cerdanyola, que concentra buena parte de la población inmigrada de Mataró. Foto: R. G.
De todo se derivan otras problemáticas, cómo el hecho que el nivel de ingresos del Ayuntamiento de Mataró, a través de los impuestos, es mucho más bajo que lo de los municipios de su entorno, en concreto un 9 % por debajo de la media. Esta menor capacidad recaudatoria de tributos propios (que se ejemplifica con el IBI, que le mujer unos ingresos un 35 % inferiores a la de los municipios del entorno) le mujer menos autonomía financiera.
Esto contrasta con los gastos a las que tiene que hacer frente el Ayuntamiento mataroní en políticas sociales, un 36 % más elevadas que los municipios del suyo cercando puesto que su población es más pobre y, por lo tanto, tiene más necesidades en todos los ámbitos. Dicho de otro modo, el consistorio tiene que hacer un esfuerzo mayor en materia de gasto social, dedicando una parte más grande del pastel a atender las necesidades sociales de la población. En el periodo 2012-2018 el gasto social ha aumentado un 112 % a Mataró, mientras que en el resto de los municipios del Maresme ha bajado 1,9 puntos.
En conclusión, tal y cómo posa de manifiesto el estudio, en el caso de Mataró hay una notable relación entre las dinámicas de cambio demográfico (el gran crecimiento de población experimentado en las dos últimas décadas), el aumento de la segregación residencial (aparición de los 'guetos'), la evolución de los recursos y los gastos locales vinculada al incremento de la población con rentas bajas contrapuesta con la marcha de población más benestant hacia otros municipios, y el aumento de la polarización de las condiciones de vida en el interior de la ciudad.

Presentación del estudio, con la presencia del alcalde David Bote
Los alcaldes piden más recursos
La presentación del estudio se ha acompañado de un debate con los alcaldes de los municipios de la región metropolitana analizados en el documento. Todos ellos han coincidido al pedir más recursos de las administraciones supramunicipales de cara a hacer frente a dinámicas sociales cómo las que se viven a Mataró, y que son comunes con ciudades cómo Sabadell, Terrassa o Granollers. Bote ha apuntado que la "complejidad social" ligada a la "desigualdad" hace que la necesidad de recursos públicos sea todavía más fuerte. "Esto es el que reivindicamos, contar con recursos para combatir la desigualdad", afirma. En este sentido, la realidad social de Mataró contrasta con los ingresos con los cuales cuenta el Ayuntamiento para hacer frente.
"El reto común se posar esta realidad sobre la tabla porque la distribución de recursos acompañe la realidad de estas ciudades y podamos tener la estructura de ingresos necesaria para proveer de servicios a los vecinos de nuestras ciudades y al territorio donde somos referencia", ha explicado Bote.
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