La firma del Pacto para la Nueva Ciudadanía sirvió para escenificar miércoles, día 5, la unanimidad de todos los grupos municipales sobre la necesidad de trabajar por la integración de los recién llegados a la ciudad, que representan un 16% de la población actual. Numerosos representantes de los colectivos de inmigrantes de la ciudad llenaron la sala de plenos en el acto institucional de firma de este pacto, que renueva el documento vigente desde el 2004 y que fue aprobado por unanimidad en el pleno del pasado mes de octubre. El acto se vistió con la conferencia del politólogo y director de la Fundación Jaume Bofill, Jordi Sànchez, que enumeró las características que, a su parecer, tiene que cumplir un plan para afrontar la llegada de recién llegados para ser efectivo.
Según Sànchez, esta planes tienen que ser ambiciosos pero realistas, conscientes que el fenómeno de la inmigración "no es un hecho pasajero". En este sentido, explicó que después de una oleada migratoria "laboral" llegará el turno de los reagrupamientos familiares, que también se tienen que interpretar "como una voluntad de arraigo". El politólogo también apeló a la "responsabilidad" política para evitar que la inmigración se convierta en un espacio de confrontación, y puso el ejemplo del consenso logrado en Mataró para poner "un mínimo común denominador" sobre el cual empezar a trabajar. Los pactos para la nueva ciudadanía también tienen que ser "exigentes", añadió, y muy conscientes de los derechos y deberes de los ciudadanos, tanto aquellos que se derivan del marco legal vigente como del propio sentido común. Y "radicales", para ir a la raíz del problema actuando, por ejemplo, en el ámbito educativo. Sánchez, por otro lado, avisó que para llevar a cabo estas políticas es necesario destinar recursos: "si no invertimos, acabaremos pagando una factura más alta", dijo. Por último, advirtió que el consenso político es insuficiente. "Hay que trabajar porque en el consenso políticohaya también consenso social", afirmó, defendiendo que hace falta también avanzar "hacia el reconocimiento de la nueva realidad".
Generosidad e inteligencia
El alcalde, Joan Antoni Baron, cerró un acto en el cual intervinieron los portavoces de todos los grupos, que celebraron el consenso, destacaron el carácter integrador de la ciudad y pusieron el énfasis en aquellos aspectos que a su parecer hace falta más potenciar, tal y como ya explicaron también en el pleno de octubre. Baron reconoció "la generosidad" de todos los grupos "que han hecho renuncias importantes", y destacó que de este modo "demuestran inteligencia ante un fenómeno que no es neutro", que se ha producido "con rapidez y gran complejidad". El alcalde, que aseguró que ser inmigrante "no es una condición sino una circunstancia", destacó el papel del consejo de convivencia y reclamó más recursos pero también más capacidad de tomar decisiones del mundo municipal. Por último, ofreció Mataró como escenario donde se firme el Pacto Nacional para la Nueva Ciudadanía.
El texto prevé un total de 120 actuaciones para facilitar la integración de los inmigrantes a la ciudad. Según recordó el regidor de Presidencia y Participación de Mataró, Carlos Fernández, es necesario explicar a los recién llegados sus derechos y deberes como ciudadano, enseñarlos el catalán y facilitarlos programas específicos para col•lectivos, como los jóvenes, las mujeres o la gente mayor.

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