Basta con un paseo por Mataró para ver que el centro de la ciudad vive tiempo de transformación. Los especialistas del sector coinciden que la iniciativa privada en materia de construcción está en plena ebullición y esto explica que las grúas, obreros y andamios sean un continuo en el paisaje urbano mataroní.
Según cifras del último informe de coyuntura socioeconómica publicado por el Ayuntamiento, entre enero y febrero de 2004 se empezaron a construir en Mataró 928 viviendas, mientras que durante el mismo periodo del 2003 la cifra era sólo de 676. Este incremento de construcción se ha situado sobre todo al Centro, en la rehabilitación de edificios antiguos. Los últimos datos corresponden a los cinco primeros meses del 2005, en que el Ayuntamiento concedió 302 licencias entre obra mayor y menor. Esta cifra supera en casi un centenar las licencias concedidas en el mismo plazo del 2002.
Aquellos que viven el día en día del sector también se han dado cuenta de este fenómeno. «Es un momento de oportunidad para los emprendedores de la construcción, buscan suelo y actualmente el camino es el de mejorar zonas desaprovechadas del Centro, rehabilitando edificios antiguos o reutilizando espacios indrustrials», dice el portavoz de Caja Laietana, Ricard Navarro, que asegura que desde hace un año ha aumentado la demanda de créditos en este sentido. La razón, según el apoderado de Constructora Mataronesa Joan Delgado, es muy visible: «En Mataró no hay más zonas para construir y se tienen que reaprofitar los espacios del interior». En cualquier caso, los promotores lo tienen claro: el crecimiento viene dado por la oferta más que no por la demanda. «Ahora hay mucho de intrusismo, se han incorporado nuevas empresas al negocio, muchas provenientes del sector textil después de quebrar, y esto hace quehaya tanta iniciativa», explica la gerente de la inmobiliaria Nueva Europa, Montserrat Macià. El coordinador de Grupasa en Mataró, Fran Bayon, destaca la construcción de obra nueva: «Se ha incrementado como mínimo en un veinte por ciento este año, y de momento se ha notado mucho más en el Centro».
De hecho, son muchos los agentes que deciden echar en tierra los edificios originales para hacer construcciones de obra nueva para ponerlas a la venta. A pesar de que de momento la demanda absorbe toda esta oferta, algunos promotores creen que si los precios de las viviendas continúan subiendo como hasta ahora, finalmente quedarán pisos en reserva. «Los precios no bajarán en ningún caso, pero quizás se ralentitzarà un poco el crecimiento, pero los precios no bajarán, y las viviendas que no se puedan vender se acabarán alquilando», prevé Macià. Según la Sociedad de Tasación, el precio del metro cuadrado de una vivienda nueva a Mataro a finales del año 2004 era de dos mil cien euros, mientras que a finales deen 2003 el precio no superaba los mil setecientos euros.
Una fuente de crecimiento
El regidor de Urbanismo, Arcadi Vilert, ve toda esta regeneración de edificios como el camino para crecer: «Cada año se hacen entre 500 y 700 pisos de sustitución y esto es la fuente de crecimiento urbano». Desde su perspectiva, este fenómeno tendrá continuidad: «En el Centro hay muchas fábricas que han cerrado. También hay muchas viviendas vacíos que, un golpe resueltas las herencias, se irán rehabilitando». Dice Vilert que la ciudad tiende naturalmente hacia los cien cuarenta mil habitantes y que «la sustitución de la casa vieja por la nueva es el que la hará crecer».
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Nuevos apartamentos en el Centro
A pesar de que las viviendas que se construyen en Mataró tienen una media de cien metros cuadrados, están proliferando, sobre todo al Centro, las viviendas de formato reducido, de unos cuarenta metros cuadrados. «En el que traemos de año hemos notado un aumento del 40% en este tipo de vivienda», valora Montserrat Macià. El administrativo de Construcciones Juan Jordan, Santi Jordan, cree que «el Ayuntamiento tendría que controlar la construcción de estos apartamentos porque desestructuran socialmente la ciudad, puesto que concentran más habitantes en el mismo espacio». Todo y el actual proceso de reconversión de las casas de cós, de cinco metros de anchura, el Ayuntamiento se ha propuesto preservar este tipo de vivienda característico del Centro, y así se comprometió Arcadi Vilert después de una propuesta presentada por CiU en el Pleno: «Tenemos que lavarle la cara en el Plan General, el año que viene introduciremos modificaciones para regular aspectos como el de la casa de cós». La tendencia actual de reconstruir en el Centro se podría expandir, según el regidor, al resto de barrios.
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