El recuerdo de la relación del pintor Joaquín Torres-García con Mataró fue la tónica dominante del acto inaugural de la exposición "Torres-García, detrás la máscara constructiva", que se puede visitar desde el pasado sábado, día 19, a Can Palacete y el Museo. Tanto el regidor de Cultura, Sergi Penedès, como el alcalde, Joan Antoni Baron, y el comisario de la Muestra, Marc Domènech, destacaron la importancia que tuvo la capital del Maresme en la vida del pintor uruguayo. Lo hicieron en la sala de actas de Can Palacete, llena a rebosar de asistentes (muchos de ellos artistas y regidores del gobierno y la oposición) que acudieron para visitar una de las exposiciones más importantes que ha acogido nunca la ciudad.
"Todo y su paso corto por la ciudad, Mataró fue muy importante en la vida de Torres García", aseguró el comisario de la muestra, Marc Domènech. El pintor era hijo de un mataroní exiliado en Uruguay, y la capital del Maresme fue su puerta de entrada en Europa, donde llegó cuando sólo tenía 16 años. "Por Torres-García, Mataró significaba Europa y futuro, todo aquello que él quería ser", dijo Domènech. Aún así, el comisario también apuntó que el pintor descubrió en la ciudad la importancia de la tradición. "Cada cosa que veía allí tenía sentido de tradición, venía de lejos, y el lo sentía sin comprenderlo", dice un fragmento de su autobiografía, leído por Domènech. "El sentido de tradición perduró en él toda la vida", remató el comisario.
El regidor de Cultura, Sergi Penedès, y el alcalde, Joan Antoni Baron, también remarcaron los vínculos del pintor con la ciudad. Los dos recordaron que Torres-García mantuvo una buena relación con el Presidente de la Mancomunidad, Enric Prat de la Riba, justo al contrario que con su sucesor, el mataroní Josep Puig y Cadafalch. "Este fue uno de los muchos motivos por los cuales Torres-García marchó de Cataluña", recordó Penedès. Baron, por parte suya, dio las gracias a las dos personas "clave" porque la exposición llegara a Mataró: Antoni Luís, presidente de la asociación Santo Rebrote por el Arte (organizadora de la Bienal Torres García, que el alcalde se comprometió a potenciar) y Arcadi Calzada, presidente de la Fundación Caja Girona, coorganitzadora de la exposición con el Ayuntamiento.
El artista disidente
Domènech explicó a los asistentes que el primitivisme, junto con la orden y la estructura, son los ejes vertebradores de las obras presentes a la exposición. Cómo en la rueda de prensa de presentación de la semana pasada, definió Torres-García de "disidente", un creador "incómodo por sus contemporáneos, que se movió al margen de los grandes movimientos artísticos".

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