Rossano llegó a Barcelona proveniente de la isla de Cerdenya, en Italia, cuando tenía 28 años. Había ido a hacer un Erasmus de Económicas en Amsterdam después de estudiar ala Universidad de Milà y, al acabar, vino a Cataluña por un curso de idiomas durante el verano y reforzar su castellano. Primero estuvo viviendo en Barcelona, donde tenía unos amigos, y saquí se ha quedado hasta ahora. En sólo tres meses encontró su trabajo como financiero. Poco a poco fue formando su vida en Cataluña y así lo ha hecho hasta ahora, 12 años más tarde. Después de conocer a su actual pareja, una chica mataronina, y tener una hija, se instalaron en la capital del Maresme. En Mataró, Rossano tiene todo el que necesita, a pesar de que ahora está al paro y busca trabajo.
Cómo fueron los inicios? Te adaptaste bien?
Y tanto, me adapté enseguida. Cataluña e Italia tienen culturas muy similares. Además, como los primeros años estuve viviendo en Barcelona, allá hay un ambiente mucho más internacional y dinámico. Esto me ayudó bastante a qué fuera mucho más fácil la adaptación.
Y el catalán como lo aprendiste?
Vine para reforzar mi castellano, pero ya conocía de la existencia del catalán. Este no lo estudié pero sí que lo aprendí hablando con la gente y en mi día a día. Además, mi familia por parte de mi mujer es catalana, y esto ayuda mucho.
Qué te sorprendió al llegar?
Me sorprendió mucho la cuestión catalana. No pensaba que el sentimiento de la población era tan fuerte ni que estaba tan difundido. Cuando llegué, me di cuenta que todo el mundo lo vivía de forma muy intensa y que era un tema muy presente dentro del día a día de la gente. Hay que tener en cuenta que hace 12 años a nivel internacional tampoco llegaba tan lejos la noticia catalana, ahora los recién llegados sí que tienen las ideas más claras.
Qué contrastes has notado en el país respecto a Mataró?
A Cerdenya todo es pueblo y, como tal, hay más la costumbre de que la gente tenga una actitud mucho más abierta y de hablar con cualquier persona. Otro contraste es la eficiencia que hay en Cataluña de todo y la cultura y dedicación al trabajo que tiene la gente. Aquí hay una situación mucho más dinámica del mundo del trabajo, en cambio allá es mucho más estable en el sentido que la gente acostumbra a tener un trabajo para toda la vida. A pesar de esto, las tasas de paro entre los jóvenes que empiezan a buscar trabajo ahora son mucho más elevadas que aquí.
Qué te gusta más de Mataró?
Mataró es una ciudad muy vital que tiene una dimensión muy equilibrada entre el que ofrece y como de grande es la ciudad. A nivel de actividades sociales y servicios la oferta es genial y la gente vive mucho las tradiciones populares. Qué mejoraría? El transporte interno en bicicleta, dar algo más de vida a todo el Centro, y que se valore mucho más el Parque Central.
Qué es el que echas de menos más de Cerdenya?
Todo. Los olores, la tierra, los amigos, la familia... De hecho, voy más de un golpe al año hacia allá. Siempre echas de menos cosas, a pesar de que aquí esté muy bien y tenga de todo. La gente es muy guapa, la naturaleza, y el hecho que las tradiciones populares catalanas sean muy arraigadas. A mí me gustan mucho las tradiciones, y aquí estoy muy muy servido.
Qué planes de futuro tienes?
Me encantaría hacer vida en los dos lugares por igual, en Mataró y a Cerdenya. A ver si el tiempo me depara un futuro con más movilidad y que coger un avión sea mucho más sencillo para todo el mundo. De momento, pero, me quedo aquí. Con mujer, una hija y una segunda en camino y con la bandera catalana colgada al balcó. Es una ciudad más atractiva y que aglutina más talento. No obstante, mi residencia está en Mataró!
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