Yolanda Pavón es una mataronina de 27 años que vive a Celbridge, un pueblo del condado de Kildare, a media hora de Dublín (Irlanda). Marchó el septiembre del 2015 para hacer realidad una aventura que le cercaba por la cabeza hacía tiempo. Viendo que a las ofertas de trabajo pedían un nivel de inglés que no tenía y que estaba trabajando haciendo sustituciones en una entidad financiera sin posibilidades de optar en una plaza fija, creyó que era el momento oportuno. A Celbridge trabaja de ave pair teniendo cura de dos niñas gemelas de 7 años. "Me pagan para cuidarlas semanalmente 130€ y me dan alojamiento y comer en casa de la familia, además dispongo de un coche propio", explica. También aprovecha para estudiar inglés. "Los irlandeses son muy sociables y tienen mucha paciencia con la gente de fuera, además de un gran sentido del humor", apunta.
En que consiste tu trabajo?
A las 7h de la mañana ya estoy preparando el almuerzo, quito a las niñas y a las 8.30h las traigo a la escuela. Entonces tengo libre hasta las 14.30h y aprovecho para ir a la academia y al gimnasio. Después de las clases, los preparo la comida y rápidamente van a las actividades extraescolares. Cuando volvemos, hacemos los deberes, preparo la cena y, cuando van a dormir, aprovecho para estudiar o salir con las amigas.
Te adaptaste bien?
Al principio me costó porque no dejas de ir a la aventura con una familia y unas niñas que ni tú conoces ni ellas a tú. Pero me lo pusieron fácil, la familia es encantadora y no tienen el concepto de una trabajadora para sus niñas, si no de una hermana grande que forma parte de la familia. Hoy, después de 9 meses, estoy completamente adaptada a la familia, la rutina y las costumbres de un país que no es el mío.
Qué te ha sorprendido más?
Los horarios de las comidas, puesto que la comida más elaborada lo acostumbran a hacer por la noche y para ellos es a las 18h. También los horarios de las tiendas o del ocio nocturno son muy diferentes, los comercios cierran a las 18-19h y la fiesta empieza a las 19h y acaba a las 2h de la madrugada como mucho tarde. Otro aspecto es que las chicas se arreglan muy diariamente. Cómo que el nivel de vida es muy alto, utilizan productos muy buenos y no se están de comer fuera y gastar dinero en ocio.
Qué otras diferencias has encontrado con Mataró?
La alimentación. Aquí comen muy sano y la avena para almorzar está presente a todas las familias, así como la verdura. El más chocante ha sido acostumbrarme al clima, puesto que en un día pasas casi por las cuatro estaciones. Por otro lado, el concepto de playa lo tienen más en la línea de aprovechar la naturaleza dando un paseo, no como lugar donde tomar el solo. Aquí hay muchos parques donde poder aprovechar los días soleados con los niños y los perros.
Qué echas de menos?
El tiempo. Aquí casi todos nos hemos puesto enfermos por los cambios de temperatura. También la comida puesto que, aunque comen sano, solo ser siempre el mismo. Sobre todo cuando marchas fuera echas de menos a la familia y los amigos y valoras más los momentos que puedas pasar con ellos cuando vas de visita o cuando vuelves definitivamente.
Cuáles son tus planes?
Volveré a Mataró a mediados de junio. Viviré allá durante el verano, me aplicaré para encontrar algún trabajo que me motive y me guste y, si veo que no encuentro nada, me plantearé volver a Mataró. Económicamente este país es muy rico e intentaré encontrar trabajo que no sea de ave pair, puesto que creo que es un trabajo para hacerlo sólo durante un corto periodo de tiempo porque acaba siendo muy monótono.
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