Las obras de urbanización del sector del Sorrall para mejorar la entrada de la ciudad al barrio de Cerdanyola se dan por acabadas. El alcalde, David Boto, junto con el presidente de PUMSA, Juan Carlos Jerez, y el presidente del Consejo Territorial de Cerdanyola, Miquel Àngel Vadell, visitaron las tareas realizadas en su segunda fase, que se ha basado en varias acciones. La primera, urbanizar la primera de las calzadas del nuevo vial entre el inicio del término municipal y la rotonda donde confluyen Josep Puig y Cadafalch y las rondas de Bellavista y de Josep Tarradellas, a la rotonda del de Ahora. El más destacado es que ya se ha abierto el acceso que faltaba y que enlaza la carretera de Argentona con el vial de conexión que hizo la Generalitat a la altura de la C-60 para mejorar los accesos a la autopista de la C-32.
El proyecto se tenía que hacer por fases, y han acabado la primera y la segunda. Todavía quedan las fases 1b y 2b para desarrollar el sector. El coste de la obra en la primera fase, que constaba del vial superior y la rotonda a la carretera de Argentona, ha tenido 579.862,82 euros y se ha financiado en parte con una subvención de la Diputación de Barcelona de 470.000 euros.
Conexión entre rotondas
Por su parte, la fase segunda, el vial de conexión entre las rotondas, tenía un presupuesto de 190.561 euros. Las obras de urbanización se enmarcan en el planteamiento urbanístico del ámbito del Sorrall, definido por el Ayuntamiento y aprobado por la Generalitat el verano de 2015. La nueva ordenación permite mejorar la entrada desde Argentona y el Vallès Oriental, preservar espacios libres de la zona de garrofers y pinares cercanos al cerro de Cerdanyola y dar en el barrio una nueva zona de usos terciarios y comerciales. Se trabaja en esta zona desde el mes de agosto de 2017, cuando se inició la urbanización de la carretera de Argentona