Sara Trae Meseguer

Mi 'historia d’amor' con un joven llamado Werther

Título: Las tribulacions del joven Werther o Las desventuras del joven Werther
Autor: Goethe

Libro que he leído cuatro golpes, si no recuerdo mal, pero que releeré muchos más. En el mundo de la literatura, para los quién lo estimamos y sentimos de verdad, resulta imposible quedarse con un libro, un autor, una época. Toda buena literatura, como en cualquier ámbito, siempre va de la mano de todo el resto.

La corriente del Romanticismo (que vendrá después de la aparición de esta obra) ya es en sí, para mí, desconcertando, misteriosa, genial, y me interesa profundamente. Qué decir del maestro Goethe, uno de los grandes, que llegó a renunciar a su Werther y al Romanticismo más puro, por el impacto brutal que tuvo su obra, puesto que jóvenes que se sintieron identificados se suicidaron cerca del lago donde vivía, y donde él mismo encontró páginas de la obra al agua. Cómo veis, parece otra historia Romántica.

Esta obra es una de mis historias de amor porque la siento como puro Romanticismo, es el que se quería transmitir; y porque después de leerla una y otra vez, leer otras tantíssimes obras del periodo, acudir en clases a la licenciatura, y leer libros sobre crítica literaria, incluido el grande Baudelaire que es, para mí, como la Biblia sobre todo el que escribía y opinaba, se llega a la conclusión de qué es una obra maestra.

Quien no se enamoraría de Werther? Quien no caería en la tentación ? La Lotte no lo hace, y sigue con su decisión de casarse con Albert. Allá empieza el discurso romántico que tanto defendían los autores de la época: "si ya has encontrado el amor eterno, y no puedes conseguirlo, no hay que seguir buscando, ya está, se ha acabado ".

Pero el que puede resultar tan triste a nuestros ojos, es un descanso y un ramo de tranquilo•litat, paz y alegría para el protagonista, que decide suicidarse porque no queda otra opción, ya ha llegado al verdadero, al único.

Un detalle sublime, por parte del autor, es el hecho que sea Lotte quién toque con sus manos, antes de envolverlas y enviarlas ignorando su finalidad, las dos armas con las cuales Werther se sacará la vida.

Qué prueba de amor puede haber más grande?

Qué por qué no lucha por ella? Porque la cuestión no es esta, sino el delicioso encuentro de aquel amor eterno que los románticos aseguraban que todos tenemos y que es en algún lugar, y que cuando se encuentra, sea correspondido o no, ya está, ya no quieres ir buscando nada más, puesto que no hay nada que pueda superar al sentimiento de aquello eterno, de aquello infinito.

Estoy enamorada de la obra, de Werther, del ideal romántico, y espero y deseo no cambiar nunca.

Según sentí recientemente en una película italiana Tengo una cosa que deciros: "los amores imposibles son los que duran para siempre".
No hemos cambiado tanto!

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