El escenario del Cruce
El escenario del Cruce

V. B.

Miles de personas celebran la verbena de San Juan en la playa

El Cruce de Culturas da el pistoletazo de salida con tres conciertos al Varador delante cerca de 10.000 asistentes

Miles de mataronins optaron un año más para desplazarse en la playa a celebrar la verbena de San Joan la noche del pasado lunes, día 23. La playa del Varador, desde el puerto al espigón, vivió un goteo constante de gente a lo largo de toda la madrugada, a pesar de que la mayoría de asistentes se concentraron en el entorno del escenario dispuesto por Casa de la Música. Más de 10.000 personas, según cálculos de la organización, vivieron allá el inicio de la cuarta edición del Cruce de Culturas.actuaron tres grupos que hacen del mestizaje su bandera musical: La banda de Montcada i Reixac La Pegatina, que abrieron fuego con su rumba catalana de reminiscencias gitanas; El Desván del Duende, grupo extremeño que se estrenaba en Cataluña presentando su último trabajo, Eras buena gente; y Zulú 9:30, la última prometida de la escena mestiza de Barcelona.

La rumba, el rock y los ritmos cubanos y jamaicanos que configuraban el sonido de estas tres bandas, tan festivas como poco novedoses en su propuesta musical, se mezcló a lo largo de toda la noche con los petardos, cohetes y volcanes luminosos que no pararon de encenderse a la arena de la playa y al paseo marítimo. Quizás la crisis económica ha afectado a la abanica de petardos, pero no se notóa la verbena mataronina. La música no se acabó con los tres grupos que abrir al Cruce. Al mismo escenario, un dj alargó la sesión hasta más allá de la salida del solo, endureciendo los ritmos a medida que avanzaba la noche, mientras que justo al lado, a LaSal del Varador, DJ Panko, miembro de Ojos de Brujo, celebraba su particular verbena empezando con piezas tranquilas y mestizas y acabando con drum' bass desbocat. Los diferentes xiringuitos de la playa también apostaron por los punxadiscos y para subir el volumen de la música porque ningún rincón de la playa se quedara sin ritmo. Además de las barras oficiales donde comprar bebida, también afloró con fuerza la abanica ambulante, que ofrecía desde cerveza más o menos fría a combinados hechos de marcas dudosas, pasando por mojitos o incluso una queimada típicamente gallega.

16 personas atendidas
A pesar de la enorme asistencia de gente a la playa, la verbena fue bastante tranquila en la capital del Maresme. Aun así, se tuvieron que lamentar varios incidentes. Según ha informado el Ayuntamiento, un total de 16 personas fueron atendidas en el Hospital de Mataró, dos por quemaduras graves, una por lesión (que comportó amputación), 12 por quemaduras leves y la última por lesión ocular, que obligó a trasladarla al hospital Vall de Hebrón. La encendida de petardos comportó la crema de cinco contenedores y provocó cuatro incendios de matorrales. La Cruz Roja tuvo que atender siete personas para encontrarse en estado ebri, y la policía detuvo dos personas, la primera por robo con violencia y la segunda por hurto y resistencia a la autoridad. Hasta las 12 del mediodía del día 24 se denunciaron doce hurtos a la playa.

Más verbenas en la ciudad
Parecía que todo Mataró se hubiera concentrado en la playa para celebrar la noche más corta del año, pero no fue así. El barrio de Peramàs, en el marco de su fiesta popular, organizó la tradicional verbena a la esquina de las calles O'Donell y Antoni Comas, que estuvo animada por el grupo Chapo. La calle Altafulla también preparó juegos para los niños por la tarde y baile y otras actividades por los más grandes por la noche. Y bien cerca del mar, la calle San Juan vivió un año más uno de los actos más especiales del solsticio de verano mataroní, la Revuelta de los duendes y el baile de brujas. Loli Osorio, una de las organizadoras de la fiesta, ha destacado que todo va ir sobre ruedas y que no se lamentó ninguna incidencia. "Siempre nos hace un poco de miedo cuando hay fuego y tantas aglomeraciones", afirma Osorio, todo recordado que la presencia de gente a la calle San Juan cada año es más elevada.

El vial marinero también acogió la Llama del Canigó, que minutos antes fue recibida ante el Ayuntamiento por el alcalde, Joan Antoni Baron. El acto estaba organizado por el Club de Opinión Jaume Llavina, la delegación de Mataró de Òmnium Cultural y el Grupo de Historia del Casal, y contó con la actuación de los Renacuajos, la bandada dansaire de Iluro y el cantante Genís Mayola.

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