Miles de ciudadanos se añadieron domingo, día 15, al llamamiento de la Coordinadora No N-II del Maresme -formada por las plataformas del Masnou, Premià de Mar y Vilassar de Mar- para cortar la NII y reclamar que se convierta en un paseo. Los participantes a la marcha, popular y reivindicativa, consiguieron cortar cerca de ocho kilómetros de carretera. Encabezados por una pancarta en que se leía "Paseo y Punto" más de un millar de personas, según los Mossos d'Esquadra, han hecho una marcha a pie o en bicicleta, que ha salido de la estación del Masnou y ha llegado a la de Cabrera de Mar, donde se ha celebrado una botifarrada popular.
Se trata de la primera acción reivindicativa desde que a finales de abril se firmara el acuerdo por el cual el Ministerio de Fomento del gobierno español, transfería el tramo del Maresme de la N-II a la Generalitat. El presidente de la Plataforma Cívica El Masnou 21, entidad integrando de la Coordinadora No N-II del Maresme, Pere Companyó, señala que hasta el momento, no se ha notado ningún cambio por esta nueva gestión. Por este motivo, la Coordinadora sigue con sus movilizaciones, puesto que el cambio de manso en la gestión de la N-II a su paso por la comarca del Maresme "no es ninguna garantía que se pongan a trabajar", según considera Companyó. "Nosotros queremos que se empiecen a dar soluciones de inmediato", ha insistido. Ha apuntado que "el primero de nuestra lista es la gratuidad" de la autopista C-32. Un hito que hace años que se reivindica para poder pacificar la carretera nacional.
Se calcula que por el tramo de la N-II entre Montgat y Cabrera circulan diariamente una media de entre 45.000 y 60.000 vehículos, cuando la intención de plataformas y ayuntamientos es que este volumen de tránsito bajara a los 10.000 vehículos. La carretera es también, junto con la vía del tren –el tramo ferroviario más antiguo del estado español- una frontera artificial entre los pueblos costeros del Maresme y el mar. En el manifiesto redactado por la coordinadora, se hace constar que no se puede aceptar "la pervivencia de una muralla de asfalto" que "derrocha el derrochado paisaje" de los puebles municipios del Bajo Maresme.
El actor masnoví Àlex Casanovas fue el encargado de leer el documento, tanto al Masnou cómo también en Premià de Mar, Vilassar de Mar y Cabrera. Para acentuar el ambiente festivo de la marcha, los gigantes de cada municipio fue los encargados de traer el manifiesto y entregarlo al alcalde correspondiente en cada parada. A medida que avanzaba la marcha, se iba cortando la circulación de la N-II al tránsito. Los vehículos se desviaban a rutas alternativas como la autopista C-32 o el camino del Medio.
Los ayuntamientos involucrados
Por su parte, los ayuntamientos del Masnou, Premià de Mar, Vilassar de Mar y Cabrera de Mar han redactado otro escrito en que se solicita a la Generalitat un estudio para valorar que la N-II se convierta en una vía cívica, con la mínima presencia posible de vehículos. La primera alternativa que han presentado es la creación de una 'Ronda del Medio', que se situaría junto a la autopista C-32, que uniría los municipios costeros con los de interior y en que los vehículos circularían a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.
La propuesta, surgida del Consejo Comarcal del Maresme, incluiría la gratuidad de la autopista del Maresme, para los residentes de la comarca. La segunda alternativa es que se suprima el peaje de Vilassar de la C-32 –el primero que se implantó en el estado español- y se amplíen el número de accesos de la vía. Los alcaldes del Bajo Maresme también han manifestado que se tiene que priorizar el uso del transporte público ante el privado con un clara apuesta por el autobús y el tren.

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