Sekhou Macalou, su mujer y los cuatro hijos de la pareja están a punto de quedarse a la calle, sin nada. La familia de este mataroní, originario del Senegal, será desahuciada por impago de la hipoteca del piso donde viven, en la calle Valencia del barrio de Cerdanyola. Tienen como plazo hasta el viernes 20 de enero, día en que un agente judicial o una procuradora de la entidad de ahorros se presentará a su vivienda para echarlos. Macalou asegura que no tienen en ninguna parte donde ir. Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos, en colaboración con el movimiento 15M, se están movilizando para crear la 'Plataforma de afectados por la hipoteca de Mataró. Una de los primeras acciones será intentar evitar el desahucio de esta familia.
Macalou, nacido en 1967 en Senegal, vive en Mataró desde el año 1996. Él y su mujer tienen un hijo de 10 años y dos hijas de 6 y 3 años, y un bebé de 3 meses. Todos ellos han nacido en la capital del Maresme, y los más grandes están escolarizados al Camino del Medio. La familia adquirió el piso en la calle Valencia en 2006. Macalou trabajaba en una fábrica de cemento en La Roca del Vallès. Caja Sabadell consideró que el sueldo que cobraba –su esposa no trabaja- y los dos avaladores que le reclamaba la finca eran garantía suficiente para otorgarle una hipoteca para la compra del piso. Durante el primer año, el importe de la hipoteca era de 725 euros mensual. Al 2007, subió hasta los 957 euros debido al aumento del euríbor. El encarecimiento fue todavía más pronunciado en 2008, cuando la hipoteca llegó a los 1200 euros mensuales.
Aquel mismo año, la cimentera de La Roca cerró y Macalou fue despedido. Trae tres años sin trabajo. Durante los dos primeros, recibió una prestación de paro de 767 euros. Cada vez que le ingresaban la prestación, la caja la retenía íntegramente para cubrir la hipoteca. "Los pedí que se quedaran la mitad de la paga y me dejaran la otra para poder comprar comer, pero senegaron", explica el afectado. La situación empeoró cuando se acabó la prestación de paro. Desde hace mes de un año, la familia de sobrevive con los 420 euros mensuales de ayuda para parados sin derecho a subsidio. Macalou no encuentra trabajo en ninguna parte, y tan sólo consigue unos ingresos extra "yendo a las urbanizaciones los fines de semana y ofreciéndome para limpiar casas y jardines". Evidentemente, dejaron de pagar la hipoteca. Siguen pagando las facturas de luz, agua y gas, a menudo a base de prescindir de algunas comidas. Han intentado negociar alguna solución con el abogado de Caja Sabadell, ahora integrada a Unnim. "Nos han dicho que no pueden hacer nada, no me han ofrecido ninguna posibilidad", lamenta Macalou, que asegura que no tiene ningún amigo ni familiar que los pueda acoger. Ante el desolador panorama actual, afirma que volvería con su familia en Senegal, pero tampoco tiene manera de pagar los billetes de avión.
Ayuda vecinal
Hace unas semanas, el mataroní de origen senegalés acudió a Juan Sánchez, presidente del AVV de Cerdanyola y de la FAVM, a la investigación desesperada de ayuda. Aquella misma mañana sus niños habían ido a la escuela sin comer. Desde la entidad vecinal le facilitaron contactos con entidades como Càritas, además de una pequeña ayuda económica para superar el trance. El caso de Macalou ha servido para activar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Este jueves, día 12, se ha convocado al atardecer una asamblea a los locales de la FAVM para informar sobre la situación de los desahucios en Mataró, y para trabajar de cara a evitar dos de previstos al barrio de Cerdanyola: el de la familia de Macalou, el día 20, y otro el día 26 a la calle Vitoria.
La plataforma tiene constancia de cuatro desahucios más que tendrán lugar en la ciudad durante las próximas semanas, dos a Cerdanyola y los otros dos al barrio de Rocafonda. Calculan que durante el año pasado seprodujeron más de una veintena, a pesar de que no tuvieron eco público. "La gente se lo calla porque parece que se avergüence de que los echen de casa", explica Sánchez, que tiene previsto intervenir al Pleno municipal de enero que también tiene lugar este jueves al atardecer, para hablar de esta cuestión. Durante el año 2011, el Pleno aprobó dos mociones diferentes, una de la CUP y el altar de ICV, para crear comisiones específicas destinadas a evitar los desahucios, de las cuales todavía no sesabe nada. "Mucha letra bonita y cero acción, de esto sedice hipocresía", afirma Sánchez. Hace dos semanas la FAVM se reunió con la regidora de Bienestar Social, Olga Ortíz, para tratar el tema de los desahucios, para pedirlos que como mínimo faciliten información sobre los recursos sociales existentes a las familias queson víctimas porque no se encuentren tan desamparadas.
A corto plazo, el primer objetivo es evitar el desahucio de la familia Macalou previsto para el día 20. La asamblea de este jueves quiere articular la manera como hacerlo. En otros municipios del área metropolitana se han conseguido parar temporalmente mediante concentraciones vecinales que han evitado la entrada de los agentes judiciales a las viviendas afectadas.

Macalou, con dos de sus hijas, al piso de la calle Valencia
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