Siguiendo una iniciativa belga iniciada en 1996, en Girona se han adherido al "Nada", una red de negocios que priorizan las compras entre si, es decir, favorecen la compra-venta de productos y servicios a los establecimientos de la ciudad mediante una nueva moneda virtual, el NADA (1NADA=1EURO).
En Mataró se hizo, este sábado 26, una feria de intercambio y gratuidad bajo el eslogan "No todo tiene un precio". A la Feria Libre, las normas eran claras y sencillas: deja que la gente coja el que puertas, llévate el que quieras. Además, se daba la posibilidad de aprender y recibir clases y servicios no materiales de cualquier habilidad que los asistentes pudieran aportar (como por ejemplo espectáculos de teatro, masajes, aguja de gancho, etc.).
En momentos como los que estamos viviendo es cuando, más que nunca, tenemos que pensar en alternativas al alcance de todo el mundo, que favorezcan el intercambio y la gratuidad de transmitir saberes, dar objetos materiales y que apuesten por otra manera de hacer las cosas. Una manera más humana, menos económica (en el sentido estricto de la palabra), más creativa.
Organizar una feria libre y gratuita es dar la oportunidad de enseñar que, efectivamente, las cosas se pueden hacer de otro modo. Muchos podrían pensar: dar para no recibir nada a cambio? No, gracias. Pero quizás nos lo tenemos que mirar de otro modo. A cambio generamos vínculos, empatía, solidaridad, aprendemos a compartir y a dar de manera altruista. A cambio aprendemos la importancia de saber dar. A cambio lo recibimos todo. Seguro que era a cambio de nada?
En Mataró se hizo, este sábado 26, una feria de intercambio y gratuidad bajo el eslogan "No todo tiene un precio". A la Feria Libre, las normas eran claras y sencillas: deja que la gente coja el que puertas, llévate el que quieras. Además, se daba la posibilidad de aprender y recibir clases y servicios no materiales de cualquier habilidad que los asistentes pudieran aportar (como por ejemplo espectáculos de teatro, masajes, aguja de gancho, etc.).
En momentos como los que estamos viviendo es cuando, más que nunca, tenemos que pensar en alternativas al alcance de todo el mundo, que favorezcan el intercambio y la gratuidad de transmitir saberes, dar objetos materiales y que apuesten por otra manera de hacer las cosas. Una manera más humana, menos económica (en el sentido estricto de la palabra), más creativa.
Organizar una feria libre y gratuita es dar la oportunidad de enseñar que, efectivamente, las cosas se pueden hacer de otro modo. Muchos podrían pensar: dar para no recibir nada a cambio? No, gracias. Pero quizás nos lo tenemos que mirar de otro modo. A cambio generamos vínculos, empatía, solidaridad, aprendemos a compartir y a dar de manera altruista. A cambio aprendemos la importancia de saber dar. A cambio lo recibimos todo. Seguro que era a cambio de nada?