"La Navidad es como un flan que ilumina los hijos de Adam", dice la canción tradicional. Y es que querría hoy invitar quienes lean este letras a recuperar, si es que se ha perdido o rebajado de intensidad, el sentido social, familiar y de serenidad que siempre, en estas fechas, ha llenado los hogares de nuestros países de habla catalana.
Apenas empezado el mes de diciembre, pero, las calles y plazas sólo invitan al consumismo que ahoga una riqueza que nos trae la tradición y la cultura literaria que pueden desempobrir nuestra personalidad por encima de cualquier invitación a las compras y a los regalos desaforados.
La invasión del consumismo ya se hace patente por la sustitución de las Felices Navidades, vigente en la mayoría de países europeos en sus respectivas lenguas, por un diluido Felices fiestas. Si esta opción quiere ser una señal de laïcitat, mal vamos. La tradición tiene que estar por sobre las tendencias para continuar siendo el que somos.
Quién puede negar que la Navidad es amistad, familia, reencuentro sentimiento y serenidad. Desconozco si encara las escuelas han hecho un pesebre, en el cual hay la mujer que lava, la vieja que hila y el pastorcillo... Y la cueva con el Nacimiento. Y si secanta la canción de La leyenda de Santo Nicolau del maestro Llongueres. Santo Nicolau personaje tan desfigurado que ha acontecido el Papá Noel del Europa norteño y de la central. Es un asunto religioso el pesebre? Aun así según cómo se mire, pero no sólo esto, es una tradición que enriquece anualmente nuestro viviente. Es al fin y al cabo humanidad. No podemos olvidar la riqueza de nuestras canciones de Nadal llenas de cultura lexical, de filosofía, de historia y de leyendas también. Me pregunto todavía,enseñan las escuelas de villancicos catalanes? Las cantan los niños en clase? O se limitan a la canción de Nadal extranjera en lengua y contenido. O pasan de largo de todo esto?
Quien no recuerda los versos de Josep M. de Sagarra "Y si todo el año la mezquindad nos fibla / y el orgullo de nuestra soledat / al menos esta noche hacemos el posible / para ser hombres de buena voluntad"?
Bien seguro que Nadal será aquello que cada cual querrá que sea, con pastores o noche significada o ninguno de las dos cosas, pero la serenidad, la sencillez, el sentido de pertenencia al vallado familiar y la voluntad de paz y hermandad, heredados una generación última la otra no la puede ahogar el consumismo o la negligencia ignorante. Sería una verdadera lástima.
Comprometámonos con el país, comprometámonos con la cultura del pueblo por encima de ideologías y cogemos la humanidad de Nadal que engloba todos los hombres.
Felices Navidades a todo el mundo.
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