La desafección es la arma de las derechas. Y la derecha ya sabemos el que es y el que puede ser. No priorizan ni los servicios sociales, ni la justicia, ni la educación. Lo pueden defender y tener en los programas electorales, pero no en los primeros lugares de la lista.
De verdad no notamos el cambio que ha habido en Cataluña? Sólo hablar de infraestructuras o inversiones ya podemos ver mucha diferencia. Hagamos un sencillo ejercicio de investigación, seleccionando algunas leyes aprobadas en los últimos años podemos encontrar los siguientes ejemplos: Ley del Centro de Iniciativas para el Reinserción; Ley de Educación; Ley sobre la localización y la identificación de las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista y la dignificación de las fosas comunes; Ley reguladora de los residuos; Ley del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista; Ley del Memorial Democrático; Ley de servicios sociales, Estatuto de Autonomía de Cataluña; Ley del régimen de incompatibilidades de los altos cargos al servicio de la Generalitat; Ley de mejora de barrios, áreas urbanas y villas que requieren una atención especial; …
No votar no es una opción, digámosle por su nombre. Es pasar de largo, echar por el derecho, ir a tu bola… Y dar alas al conservadurismo. No votar no es la solución a la carencia de ética y profesionalidad de algunos políticos. Es el visto bueno.
Rehuir las urnas no es moderno ni está de moda. No es el que tiene que venir. Y si le tenemos que poner alguna etiqueta lo denominaría antisistema silencioso, pasivo y determinista.
Yo no pienso que la democracia es lo menos doliendo de los sistemas políticos, sino todo el contrario, el mejor que tenemos y que por lo tanto tenemos que continuar cuidando, criticando y mejorando.
La abstención no es el final de un perióde agotado, es pararse en el camino. Preguntémonos quién está dejando de votar masivamente: ciudadanos que nos cruzamos por la calle, los trabajadores, que por forma de vida podemos empatitzar con el progresismo. Y somos los que más necesitamos y disfrutamos los cambios!
Desconfío de la idea que ya no hay diferencia entre derechas e izquierdas, que son la misma opción. Y tanto que hay.
Aunque sea en blanco, tenemos que votar y participar. A las elecciones, a los concursos, a las comunidades de vecinos, a los sindicatos, a las porres futboleres. El que sea. Una persona, un voto.
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