'No queríamos caer en la brecha que separa el empresario de los trabajadores'

Tres proyectos maresmencs que están recibiendo asesoramiento al Café de Mar para convertirse en cooperativas explican su experiencia. Todos ellos han nacido como asociación o como proyectos en tiempos de ocio y han crecido hasta ocupar el 100% del tiempo de sus promotores. A la hora de hacer el salto y constituirse como empresa, han optado por la fórmula cooperativa. 

"Necesitamos ser corresponsables, ir todos a una'
La Plataforma Blanco y Negro quiere acontecer cooperativa por divulga la historia y la cultura a través de actividades como el teatro

Plataforma Blanco y Negro se dedica a la divulgación histórica y cultural a través del teatro, la música, el arte y otros géneros. Bajo el lema "descubre tu pasado para entender tu presente" se fundó en 2008 de la mano de Marcel Vilarós y Vanessa... como asociación sin ánimo de lucro. "Como un hobby", explican, mientras estaban metidos en otras aventuras profesionales. Pero el proyecto creció y vieron viable dedicar el 100% del tiempo, como una forma de autoempleo. Fue la hora de constituirse como empresa. Hacerlo como cooperativa no estaba en principio entre sus previsiones. "De hecho la mayoría de gestores con quienes lo consultamos nos lo desaconsejaban porque era pesado y contraproducente, todos nos animaban a ser una sociedad anónima o una sociedad limitada", explican. Pero después de assesorar-se al Café de Mar, se han convencido de todo el contrario. "Por algún motivo todo el tema cooperativo se oculta, pero venir aquí nos ha sacado la venda de los ojos", constatan. Aseguran que no se han convertido en "fanáticos del mundo cooperativo" y que no tienen nada en contra otras formas jurídicas de empresa, pero han encontrado en la economía social el modelo más adecuado por el que quieren hacer. "En un sector como el nuestro, el cultural, que está tan erosionado, no queremos caer en la brecha que las SL crean entre empresario y trabajador, necesitamos ser todos corresponsables para poder ir al 'una", resuelven. Entrarán al Café de Mar como asociación formada por dos socios, con ganas de instalarse en su nuevo vivero y con el objetivo de salir como cooperativa con más socios que los dos actuales. "El tiempo dirá", apuntan.

"El importante no es ser formalmente una cooperativa, sino trabajar con valores cooperativos"
Clack, creadores en imagen, comunicación y cultura, se convierten en cooperativa después de 15 años de trayectoria
Clack se define como una red de jóvenes creadores en imagen, comunicación y cultura. Los mataronins Eloi Aymerich y Joan Salicrú impulsaron el proyecto como una asociación cultural sin ánimo de lucro en 2001. Ahora se encuentran inmersos en el proceso para convertirse en una cooperativa, con asesoramiento del Café de Mar, puesto que el proyecto ha crecido hasta convertirse en el modus vivendi de ellos dos y también de las dos otras personas queserán socias, Georgina Altarriba y Ariadna Vàzquez. Entre la multitud de proyectos que han salido adelante, destacan documentales recientes como "Buen golpe de hoz", sobre la historia de Los Segadores, o 'Desmontando Laietana', que se pudo ver al '30 Minutos'.  Los impulsores de Clack han escogido esta forma jurídica porque es la que más se adecúa a la manera como hasta ahora han funcionado. "Desde hace cuatro o cinco años nos hemos acostumbrado a decidir las cosas entre todos, de forma consensuada. Ha ido cayendo por su propio peso convertirnos en cooperativa", explica Salicrú, que considera que el importante no es constituirse formalmente como tal, sino "incluir los valores cooperativos en la manera de trabajar". Algo que hacían hasta ahora y que continuarán aplicando como empresa. "Hay muchas empresas, sobre todo pequeñas, que no se ajustan a este modelo jurídico pero que también trabajan con estos valores", destacan.

"Una cooperativa es la que mejor representa la manera cómo hemos trabajado hasta ahora"
Los tres socios de B-Swim, que ofrece natación adaptada a todo el mundo, han adoptado esta forma jurídica porque trabajan "en igualdad"

B-Swim es  el proyecto de en Ricard, la Maria y en Guillem, que se mueven como pescados al agua en el mundo de la natación. Su objetivo es acercarla a todo tipo de col•lectivos, con la mirada puesta especialmente, pero no sólo, en las personas con discapacitado. "La natación se adapta a tú", es su eslogan. Desde personas que han sufrido accidentes o enfermedades y que necesitan hacer rehabilitación hasta runners que buscan una actividad física complementaria, pasando por niños con alguna minusvalia, deportistas con discapacitado que se preparan para los Paralímpicos de Rio o personas que, simplemente, quieren aprender a nadar o mejorar su técnica.
Iniciaron esta actividad como un extra; la Maria es entrenadora del CN Mataró, en Ricard trabaja a la Generalitat y en Guillem en el sector bancario. "Pero pronto fue creciente y vimos que esto tenía futuro para dedicar el 100% de nuestro tiempo" destacan. Cuando llegó el turno de constituirse como empresa, optaron por la fórmula de la cooperativa. "Es la que representa mejor la manera como estábamos trabajando hasta ahora, en términos de igualdad y complementándonos los unos a los otros", explican. Gracias al asesoramiento recibido al Café de Mar y también al Consejo Comarcal lo han podido salir adelante, pero no ha sido nada fácil. "Montar una cooperativa es una odisea", señalan, en referencia a todas las trabas que por desconocimiento los han puesto a Hacienda y Seguridad Social. Y también desde las gestorías y notarías. "Algunas no nos querían atender porque no saben nada del tema, y el notario nos preguntaba si estábamos del todo seguros del paso incluso en el momento de la firma". A pesar de todas las trabas, que los han traído a tardar más de cuatro meses en poder constituir la cooperativa B-Swim, están convencidos de haber escogido la fórmula correcta.