Joan Antoni Baron

No s´ vale

No s´ vale el anuncio hecho por el gobierno de la Generalitat de recortar en un 50% la subvención que recibían los ayuntamientos por el mantenimiento de las escuelas de música municipales y en un 27% las de las escuelas cuna. No s´ vale al menos por tres motivos.

El primero por las formas, avisando en los ayuntamientos del recorte cuando la matrícula del curso ya está cerrada y los precios que tienen que pagar los alumnos ya están fijados. Quién pagará la diferencia entre el que la misma Generalitat había comprometido en los ayuntamientos y el que se ingresará definitivamente? Que las administraciones públicas tienen problemas presupuestarios lo sabemos todos, pero también lo sabemos de hace tiempos y por lo tanto no había que esperar al mes de agosto, con los ayuntamientos prácticamente en cuadro por vacaciones, para hacer el anuncio. No se podía prever hace unos meses antes de abrir el proceso de matriculación del alumnado? Con el agravant que el recorte pretende tener carácter retroactivo y obligar en los ayuntamientos a recortar la mitad del recibo por el curso pasado. Todo ello suena a una nueva improvisación del gobierno catalán. Y van?

En segundo lugar porque representa una grave demostración de deslealtad institucional hacia los ayuntamientos que durante años han asumido, prácticamente en solitario, competencias en materia de escuelas cuna y de escuelas de música. Durante los últimos años, a partir del gobierno del presidente Maragall, habíamos avençat de manera importante en la corresponsabilidad entre los gobiernos locales y el gobierno de Cataluña. Se habían clarificado competencias, compartido responsabilidades y esfuerzos. Mataró ha sido un buen ejemplo de este trabajo conjunto que nos ha permitido en los últimos años construir cuatro escuelas de primaria, tres escuelas cuna y crear la escuela de música municipal. Poner en peligro toda este activo es de una irresponsabilidad enorme que poco o nada dice de la sensibilidad educativa y cultural del gobierno de Cataluña.


En tercer lugar, y por mí la cuestión más importante, el recorte anunciado acabará afectando al papel de cohesión social y territorial que también cumplen las escuelas cuna y las escuelas de música. Poner al alcance de todo el mundo, al margen de su nivel de renta o de su lugar de residencia, estos servicios educativos contribuye a mejorar la integración social de muchos niños y niñas de todo Cataluña. Ahora todo el trabajo hecho puede irse a pique y como siemprepagarán las consecuencias las clases más populares y los territorios más desfavorecidos.

Hace falta que el conjunto del municipalisme catalán reaccione y, más allá de filias partidistas, reclame con toda la contundencia el que se había conseguido en los últimos años: una financiación justa y sostenible por las escuelas de música y las escuelas cuna municipales. En cuanto a Mataró esperamos una respuesta clara, lejos de las ambigüedades a la que nos tiene acostumbrado, del gobierno municipal que garantice los servicios comprometidos y su financiación. No podemos perder ninguna plaza de las escuelas cuna o de la escuela de música. Una ciudad, un país, no avença recortando en educación.
 

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