Noche de contrastes al Baile de Fiesta Mayor

El tradicionalismo de la veterana Orquesta Gira-Solo se impuso ayer noche a la propuesta pretesament desenfadada e informal del grupo Se atormenta una vecina, durante el Baile de Fiesta Mayor. La Gira-Solo eligió la fórmula clásica: ahora una rumba, después un bolero, unos cuántos éxitos del pop catalán, español e internacional actuales o del pasado, pocas filigranas y de cara a barraca. Nada de nuevo, pero seguramente es el que todo el mundo espera de una cita como esta. Se atormenta una vecina, en cambio, se presentaba como un contrapunto más fresco y kitsch, dedicado básicamente a versiones de temas de los 70 y los 80 a ritmo de funk y disco. A la hora de la verdad, pero, la cosa no acabó de rutllar. Los miembros del grupo, liderados por un cantante de proporciones considerables vestido con una impactante camisa lila, se perdieron en discursos y gags màssa fáciles, con "perlas" como una delirante imitación de Jordi Pujol hablando de Can Fàbregas. El público que tenía ganas de bailar se frustró porque el ritmo musical no tenía ningún tipo de continuitat, aunque las canciones en sí, entre ellas versiosn de los Eagles o de Stevie Wonder, estaban muy muy interpretadas. Por eso, el retorno al escenario de la Gira-Solo fue muy aplaudida y volvió a llenar la pista de baile. Volvieron a apostar sobre seguro, virant de versiones de Melendi y La Orea de Van Gogh al Paquito el Chocolatero en un abrir y cerrar de ojos, y se llevaron claramente la partida.