Estoy inscrito al boletín que me envía por correo elInstituto Municipal de Acción Cultural de Mataró. Y la verdad, la primera vez que recibí la agenda de actividades culturales me sorprendió ver cuántas, y de variadas, hay. Pero en en cuanto a música, Mataró tiene una asignatura pendiente. Hasta hace poco tuvimos un festival de música cómo es el Cruilla de Culturas, un festival bastante importante porque la gente de fuera viniera a ver los conciertos. Artistas de primer nivel, con precios de primer nivel. Aparte de esto y de los conciertos que hacen en fiestas, la oferta musical se reduce a grupos con cierto rodaje y mejores medios económicos para poder tocar a lugares como el Clap o la sala Privado. Los lugares donde puedan ofrecer música en directo de forma regular sin esta infrastuctura son escasos. Toda Iluro está ocupada por los romanos donde prevaleix el tanto tienes tanto vales?, no! todavía quedan lugares como El Dado, una de estas agradables excepciones. Un lugar de dimensiones recogidas donde s´ofrecen conciertos en acústico, puedes pendre algo, charlar tranquilament y disfrutar de conciertos con rescoldo, donde no te pierdes ni un solo detalle. Una cosa tan aparentemente sencilla como subir al pequeño escenario un par de músicos con sus instrumentos y ponerse a tocar.
Voy a todo tipo de conciertos, pero siempre hago especial atención en estos grupos o artistas que no tienen muchos medios pero sí mucho talento. He visto un puñado de casos donde artistas que empezaban tocando a estos lugares pequeños, después s´han hecho muy conocidos por el gran público. Algunos músicos locales me han dicho quetienen difícil para poder tocar con cierta frecuencia a su propia ciudad. Es más, hay muchos músicos, gente de sobrado nivel que quieren venir a tocar en Mataró y no pueden porque en este sentido la ciudad está muerta. En muchos casos me veo obligado a ir a Barcelona para ver este tipo de conciertos donde el circuito de salas y bares musicales se amplia considerablemente pero que, curiosamente, está a años luz de la oferta que tienen ciudades como Madrid o Zaragoza.
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