El 25 de julio en Mataró es sinónimo de fiesta, de desenfreno y, por encima de todo, del Desvetllament Bellugós. Para muchos mataronenses, es el corazón de Les Santes, el himno no oficial de la ciudad. Para aquellos que aún no han tenido el placer de vivirlo, el Desvetllament es mucho más que un simple desfile de gigantes. Es una explosión de fervor popular que cada año transforma La Riera en una marea de cuerpos agachándose y levantándose al ritmo inconfundible de El Bequetero. Este 2025, celebraremos el 42º aniversario de este fenómeno.
El Desvetllament Bellugós, aunque esto seguramente no hace falta explicarlo a ningún mataronense, marca el pistoletazo de salida de la Nit Boja de Les Santes, la jornada más esperada de la Fiesta Mayor de Mataró. Cada 25 de julio, a las 23:30 horas en punto, la Familia Robafaves sale del Ayuntamiento acompañada por la banda de música. En un pasacalles lleno de energía, los gigantes y la multitud de mataronenses y visitantes bajan juntos por La Riera hasta la plaza de Santa Anna, en un acto que es puro sentimiento y participación colectiva.
La génesis de una locura colectiva: 1983
La historia de este acto emblemático se remonta al 25 de julio de 1983. En aquel momento, la Familia Robafaves hizo su primera salida nocturna extraordinaria del Ayuntamiento. A las once y media de la noche, acompañados inicialmente por la Banda de Gaianes (una formación del pequeño pueblo de la Comunidad Valenciana que ha sido clave en la historia de la fiesta mataronense), los Gigantes iniciaron un recorrido que rápidamente se consolidaría como uno de los momentos más esperados de Les Santes.
Robafaves en el Desvetllament
Esta iniciativa no nació de la nada. Formaba parte de un nuevo modelo de fiesta mayor, impulsado por una Comisión de Les Santes de la época y un colectivo de jóvenes, que buscaba revivir y democratizar una fiesta que el franquismo había dejado deslucida. La idea del Desvetllament, de hecho, se inspiró en la tradicional bajada de los gigantes de Solsona, también por la melodía repetida sin descanso; si bien en Mataró, como muchos apuntan, el discípulo ha superado al maestro.
La evolución de un sentimiento: del cambio de rol al himno popular
El nombre "Desvetllament" no es casual. Simboliza la ruptura con una época en la que las figuras de los Gigantes eran vistas como elementos de una institucionalidad rígida. Con este acto, la Familia Robafaves se "despertaba", volviendo a ser figuras de la gente, del pueblo. El verdadero protagonista pasaba a ser el público, que bailaba, cantaba y saltaba con los gigantes, devolviendo a la cultura popular su esencia más genuina.[banner-AMP_5]
Los asistentes esperando la salida de los gigantes del Ayuntamiento. Foto: R.Gallofré
Los primeros años, el acto ya apuntaba maneras, pero no era el espectáculo multitudinario que conocemos hoy. Fue la espontaneidad popular la que acabó de darle forma. Algún participante inspirado tuvo la idea de agacharse y contar hasta 15 al ritmo de El Bequetero. Este cántico unánime, que hoy es el alma del Desvetllament, nació del propio pueblo mataronense, convirtiéndose en una de las muestras más claras de la conexión entre la ciudadanía y su fiesta.[banner-AMP_6]
El Bequetero: de pasodoble de pasacalles a símbolo mataronense
No se puede hablar del Desvetllament sin mencionar El Bequetero. Este pasodoble de pasacalles, compuesto en 1942 por Gustavo Pascual Falcó (también autor del conocido "Paquito el Chocolatero"), se originó para las fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina (Alicante). Su melodía, pegadiza y llena de energía, se importó a Mataró de la mano de la Banda de Gaianes, que fue la primera en llenar el acto con su ritmo. Actualmente, es la Banda de la Agrupació Musical del Maresme quien marca el compás.[banner-AMP_7]
El Desvetllament, acto inicial de la Nit Boja. Foto: Max Noé
El Bequetero se ha convertido en el himno oficioso de Mataró. Cuando la gente escucha su introducción de tres compases binarios, sabe que se acerca la magia. Durante el primer trío, con un ritmo más lento, la multitud se agacha, contando acompasadamente hasta 15. En el segundo trío, el volumen sube, la trompeta se sustituye por el trombón, y el grito unísono "¡y 15!" desencadena un saltar enloquecido, una explosión de alegría que inunda La Riera.[banner-AMP_8]
Masificación del acto: sonorización, control de acceso y alternativas
Con el paso de los años y el aumento exponencial de participantes, el Desvetllament hizo necesaria una mejora en su infraestructura. Para que la música llegara a todos los rincones de La Riera y no todo el mundo tuviera que arrimarse a la banda y a las figuras, se decidió sonorizar el acto. Esta implementación, que ya hace tiempo que se aplica, ha permitido que la energía y el ritmo de El Bequetero se difundan por todo el recorrido, haciendo que la experiencia sea más accesible e intensa para todos los asistentes, evitando aglomeraciones excesivas alrededor de la banda.[banner-AMP_9]
La creciente popularidad de la Nit Boja, con el Desvetllament como acto central, ha llevado al Ayuntamiento y entidades locales a buscar soluciones para gestionar la gran afluencia de público y garantizar la seguridad. Para descongestionar La Riera y ofrecer alternativas, se han promovido fiestas alternativas en la playa la misma noche del 25 de julio. Estas propuestas buscan diversificar los espacios de fiesta y evitar masificaciones.[banner-AMP_10]
La Familia Robafaves en la Tarda Guillada. Foto: Iker Morera
Además, pensando en los más jóvenes y las familias, el día 26 de julio, el día después de la Nit Boja, se celebra la Tarda Guillada. Esta es una versión adaptada para los más pequeños de la Nit Boja, que incluye todos sus ingredientes, desde el pasacalles con la Familia Robafaves al ritmo de El Bequetero, hasta actos de fuego y agua, garantizando que los niños también puedan vivir la magia de la fiesta grande.[banner-AMP_11]
Para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de la noche, se ha establecido un dispositivo de control de acceso a la zona del Desvetllament Bellugós. A partir de las 21:30 horas, no se puede acceder al espacio con cristal ni con objetos que puedan considerarse peligrosos en actos multitudinarios.