Los panellets continúan llenando las sobremesas durante el puente de Todos Santos a pesar del aumento de precios que impregna la economía. La alza de precios de materias primeras fuerza los pasteleros a pequeñas subes que no acaban aconteciendo una barrera definitiva para los consumidores. "Los precios siempre son algo más altos del que te pensabas gastar, pero es ley de vida. Las cosas se encarecen y nunca bajan", explica en Josep Antoni después de comprar tres bandejas de panellets a La Vienesa de Mataró. Hay también familias que optan para hacerlos en casa y no solo por el factor económico: "Los niños aprenden y los gusta mucho", explica la Silvia, una vecina de la capital del Maresme que ya hace años que ha convertido la elaboración de panellets en tradición familiar.
Los que sí se acercan a la pastelería lo hacen sabiendo que tendrán que hacer un esfuerzo mayor que el año anterior, pero no suficientemente grande cómo para renunciar a la tradición. "Tienes los cabos que tienes e intentas que haya un poco de todo para todo el mundo", explica en David, un cliente de La Vienesa de Mataró.
Este domingo en casa suya habrá panellets de los gustos tradicionales pero también otros que sorprendan a los niños. Para en David, que los más pequeños puedan disfrutar de los panellets es también importante porque no se pierda una tradición amenazada por 'halloween'. Económicamente, dice que este año no se han mirado especialmente: "No es una cosa que pase cada mes". En este sentido, el propietario de la pastelería, Xavi Huerta, admite que todo el mundo afronta el momento de la compra con cierto "recelo", pero preparados a la vegada para pagar un precio más alto. "Hay quien antes se llevaba medio kilo y ahora coge 250 gramos", explica.
Con todo, desde la pastelería aseguran que la alza de precios no es exagerada: "La gente puede disfrutar de Todos Santos sin que esto suponga un gasto excesivamente alto". Este año se ha "compensado" la reducción del precio del piñón con la alza otras materias primeras cómo la harina, los huevos, la almendra o el precio de la luz, que también influye en el precio final de los productos.
Otro de los elementos que también ayuda a las familias a poder comprar una buena variedad de panellets es la medida. A La Vienesa ya hace años que los hacen más pequeños del que es habitual. "Entendemos que el panellet es una degustación y que un panellet gordo es incómodo de comer. Hacer un tastet es más agradable y permite probar diferentes variedades", comenta Xavi Huerta.[banner-AMP_5]
Hacerlos en casa también es tradición
Además de los panellets de las pastelerías, también hay quién prefiere hacerlos a casa, ya sea por el precio cómo por tradición. Este último caso es el de la familia de la Sílvia Sala, una vecina de Mataró que siempre ha optado por los panellets caseros. Primero los hacía con su pareja, el David, y ahora que la familia ha crecido la elaboración de panellets se ha convertido en una actividad familiar más del puente de Todos Santos.[banner-AMP_6]
"Ya era costumbre hacerlos en casa cada año y ahora con los niños pequeños todavía hace más gracia porque ellos aprenden la tradición", explica la Sílvia. A la cocina, pero, quien más se arremanga es la Arlet, su hija grande, de cuatro años. Trabaja la pasta de moniato, talla con más o menos precisión la porción de cada panellet y los decora con cuidado siguiendo las instrucciones de la madre.[banner-AMP_7]
Cómo si se tratara de una pastelería, hacen de todos los gustos. Este año tendrá que almendra , de piñones , de coco , de chocolate o de almendra garrapinyada. "Vamos innovando y cada año en basura alguno de diferente", comenta la Sílvia. Sobre el debate de precios, cree que el impacto económico de hacerlos a casa también está: "Todo ha subido tanto que si compras los ingredientes a granel, la subida de precio la notas igual".[banner-AMP_8]
Quién encara no nota ni el aumento de precios ni se ensucia las manos es la Èdgar, el pequeño de la casa, de solo dos años. De momento le gritan más la atención las arañas de peluche que decoran el patio y que evocan en la fiesta anglosajona de 'halloween'. Cuando los panellets salgan del horno su interés por la tradición catalana quizás aumenta exponencialmente.[banner-AMP_9]