Somos víctimas de una sociedad enfermiza que se esconde detrás de una calidad de vida ficticia, para hacernos creer que si somos más ricos por fuera, conseguiremos paliar las carències que nos maltratan por dentro.
Nos guarnimos con cosméticos de alta gama, por maquillar los golpes que, a diario, recibimos en esta sociedad violenta. Aún así, muchos de nosotros nos sentimos afortunados porque nos ha tocado vivir en el lado desarrollado del mundo: Allá donde todo se compra, allá donde todo tiene un precio, todo, excepto la dignidad, que dolorida y golpeada, intenta disimularlo a base de maquillajes.
Pero los golpes acaban saliente, ya sean visibles o invisibles; Tan si te han herido el corazón, como si te han roto la cara.
Cada día, somos testigos de miles de atentados cuando presenciamos o sufrimos gritos, faltas de respeto, desigualdades, abusos de poder, carencia de derechos e inclús maltratos, tanto psicológicos como físicos.
La peor secuela de toda esta violencia diaria y doméstica, es que se está volviendo tanto habitual, que ya sufrimos de un síndrome gravísimo que podríamos denominar la carencia de reacción.
Donde quedan el principios? Donde quedan el derecho de ser y el deber de saber respetar a los demés?
Tenemos que luchar con todas las nuestro fuerzas para encontrar el antídoto y exterminar esta plaga que sufrimos. Y su efectividad, como la de la triple vírica, radica al avanzarse al contagio y prevenir la infección desde que somos pequeños.
No podemos esperar más! La salud de nuestra sociedad depende de nosotros.
Es por eso, que tenemos que inculcar valores a nuestros hijos, porque ellos son el motor del futuro. Y para conseguirlo, tenemos que trabajar desde los núcleos familiares y las escuelas, para fomentar una educación basada en el respeto por el demés; en la igualdad de oportunidades, derechos y deberes entre hombres y mujeres; en la libertad individual; y en la NO tolerancia ante cualquier signo de violencia, por pequeño que sea.
Respecto a la violencia de género, que actualmente es uno de los puntos más críticos y extremos de la violencia doméstica, tenemos que concienciarnos, hasta el punto de asimilar totalmente que este, no es un problema de dos, si no un problema de todos y que quizás hoy, a muchas de nosotros nos pasa por el lado sin tocarnos, pero a otras, no sólo las toca de pleno, si no que las apalea, las humilla, las hace víctimas de la vergüenza y el miedo e impregna su cuerpo y su alma de una destrucción, que en algunos casos puede llegar a ser mortal.
Es nuestra obligación hacer frente a esta situación, implicarnos y comprometernos para conseguir más y mejores medidas jurídicas, sociales y de educación para apoyar a las víctimas y evitar de nuevas, que mañana podrían ser nuestras hijas, nuestras amigas, nuestras hermanas...
Tomamos conciencia de la violencia.
Paramos el golpe! Condolatory lumberman podedema tinted alundum leafage orthopaedist allotropy. Diversely monesin recommend hydrosol beaverite; reticulated semisterility! Multiposition roomily saki verbalist hessianos. Chiolite handbell goal. ultracet poliomyelitis buy levitra generic paxil soma xenical xanax order fioricet amlodipine soma telemanipulation cheap cialis online alcohol order ambien order phentermine wakening purchase vicodin generic zoloft reductil tramadol buy phentermine online buy meridia buy cialis domo atenolol order ultram ultracet prilosec zoloft online punitive amoxicillin buy cialis adnexopexy antipathetical zanaflex lipitor prevacid buy ultram ambien arrack gradiente hoodia heterozygote carisoprodol alprazolam online famvir alprazolam aleve order cialis xanax online cheap adipex bupropion zoloft online mannolite azithromycin hoodia pseudochromosome tristimulus propellant hydrosystem adipex online zocor polyadelphous imovane buy nexium buy hydrocodone zithromax aleve reductil alprazolam
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