Mataró, la ciudad natal del arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch, esconde un tesoro que muchos vecinos y visitantes pasan por alto cada día: su primera obra arquitectónica, la Casa Sisternes, situada en el número 18 de la calle Sant Simó. Esta casa esquinera, que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña y está protegida por el Catálogo del Patrimonio histórico-arquitectónico del Ayuntamiento de Mataró, es un ejemplo emblemático del inicio de la trayectoria de uno de los arquitectos más importantes del modernismo catalán.
Fachada de Can Sisternes
Can Sisternes: un contexto familiar e histórico
El nombre de la Casa Sisternes proviene de la familia Sisternes, una de las más antiguas e influyentes de Mataró. Justo al lado, en el número 17 de la calle Sant Simó, se encuentra el antiguo casal de Can Sisternes, que había tenido una casa de cuerpo, un tipo de vivienda tradicional. La reforma modernista de la fachada que Puig i Cadafalch llevó a cabo para la familia Sisternes, concretamente en esta casa esquinera, representa su primer encargo arquitectónico formal en su ciudad natal, a mediados de los años 1890.
Según recoge la documentación del Open Puig i Cadafalch, a comienzos del año 1893, el Ayuntamiento de Mataró, con la colaboración de su arquitecto municipal Josep Puig i Cadafalch, pone en marcha las obras de urbanización de la Baixada de les Figueretes, con el objetivo de conectar esta vía con la calle Sant Simó. El proyecto incluye el derribo de varios antiguos almacenes y la remodelación de la fachada de una vieja casa de cuerpo, propiedad de la familia Sisternes, que pasa de ser una construcción entre medianeras a convertirse en una casa en esquina.
Forjado de Can Sisternes
Puig i Cadafalch diseña para esta casa una nueva fachada plenamente inspirada en los principios del modernismo, un estilo emergente que se introduce por primera vez en la arquitectura doméstica de Mataró a través de esta modesta edificación. La intervención se enmarca dentro del mismo contexto temporal en el que Puig remodela la cubierta del Mercado del Rengle. El uso compartido de elementos como el arco de medio punto o los azulejos vidriados azules y blancos evidencia paralelismos entre ambos proyectos.
Estos indicios permiten situar la construcción de la casa Sisternes pequeña entre los años 1892 y 1893, convirtiéndose, junto con la reforma del mercado, en una de las primeras obras tanto públicas como privadas de Puig i Cadafalch en su ciudad natal.
Puig i Cadafalch y Mataró: un legado modernista
Josep Puig i Cadafalch (1867-1956) es uno de los nombres clave del modernismo catalán, junto con Gaudí y Domènech i Montaner. Aunque su obra es muy reconocida en Barcelona y otros municipios, Mataró tiene un papel especial en su trayectoria, ya que allí inició su carrera y dejó diversas obras emblemáticas que hoy forman parte del patrimonio local.[banner-AMP_5]
Casa Coll i Regàs
Entre las obras más conocidas que Puig i Cadafalch impulsó en Mataró destaca la Casa Coll i Regàs, el proyecto más emblemático del arquitecto en Mataró. Se trata de una casa modernista emblemática construida entre 1898 y 1902 en la calle Argentona que se caracteriza por su fachada rica en decoración escultórica, con formas orgánicas, motivos florales y elementos neogóticos y neorrománicos. Está considerada una de las joyas del modernismo en el Maresme y muestra la plenitud creativa de Puig i Cadafalch en su etapa madura.[banner-AMP_6]
Si queremos destacar dos obras más, una de ellas puede ser la Casa Parera, en la calle Nou. Se trata de una casa con elementos modernistas e historicistas, construida a finales del siglo XIX, que muestra la voluntad de Puig i Cadafalch de fusionar la tradición catalana con las formas modernistas. O bien el Mercado del Rengle, que hoy sigue presidiendo la plaza Gran en el corazón de la ciudad.[banner-AMP_7]