El librero mataroní Pep Duran, de la cooperativa Robafaves, fue homenajeado ayer miércoles por el Gremio de Libreros de Barcelona y Cataluña para cumplir 35 años de plena dedicación a esta profesión. Duran, que se inició al oficio de librero el 1971 a la librería Ningún Gordo, y desde el 1975 trabaja a la librería Robafaves de Mataró, dedicado a la difusión del libro infantil y juvenil.
El mataroní fue uno de los cuatro libreros a los cuales el Gremio otorgó las distinciones que celebran 35 años en este oficio. El más veterano de los galardonados fue Lluís Fernández Xargayo, quién recibió la distinción por su tarea al frente de la Librería Fernández de Salt, donde trabaja desde el 1968.
El resto de libreros distinguidos trabaja en sus respectivos establecimientos desde el 1971 y, por lo tanto, celebran este año su 35è aniversario en el oficio. Es el caso de Joan Fàbregues Farrés, de la librería El Hogar del libro de Sabadell. Fàbregues se incorporó al establecimiento en 1971 para ayudar su padre y desde entonces ha continuado al frente; y de Llorenç Lluch Maestros, de la librería Llorens Libros de Vilanova i la Geltrú, que dirige desde el 20 de abril del 1971.
El mataroní fue uno de los cuatro libreros a los cuales el Gremio otorgó las distinciones que celebran 35 años en este oficio. El más veterano de los galardonados fue Lluís Fernández Xargayo, quién recibió la distinción por su tarea al frente de la Librería Fernández de Salt, donde trabaja desde el 1968.
El resto de libreros distinguidos trabaja en sus respectivos establecimientos desde el 1971 y, por lo tanto, celebran este año su 35è aniversario en el oficio. Es el caso de Joan Fàbregues Farrés, de la librería El Hogar del libro de Sabadell. Fàbregues se incorporó al establecimiento en 1971 para ayudar su padre y desde entonces ha continuado al frente; y de Llorenç Lluch Maestros, de la librería Llorens Libros de Vilanova i la Geltrú, que dirige desde el 20 de abril del 1971.