Mucho podría ser que el estreno "masivo' de la película francesa 'De óxido y hueso' a salas comerciales tenga mucho que ver con la estrella de éxito dejada por 'Intocable', pues las dos tienen como protagonistas a personajes con discapacitado. Pero aquí se acaba toda similitud de dos films que abordan la cuestión con miradas e intenciones muy diferentes.
Jacques Audiard, director de la potente 'Un profeta', cambia relativamente de registro a 'De óxido y hueso', porque detrás este drama que relata la relación entre una chica que pierde las piernas en un accidente y un hombre que se gana la vida como boxejador en luchas clandestinas, hay una misma historia de lucha y supervivencia.
Los dos protagonistas, Marion Cotillard y Matthias Schoenaerts, establecen y fortalecen su vínculo en la medida que los dos se "rompen" de una manera u otro. Este es el mensaje más interesante de un film crudo, visceral y extraño, que descoloca mientras engancha, pero que acaba cayendo en una molesta pornografía de sentimientos.
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