Toni Castellví Iglesias

Plaza de Cuba: Este no es el modelo

Después de casi dos años de obras se ha inaugurado el mercado de la plaza de Cuba, el aspecto exterior es prácticamente el mismo además de la "atalaya" del lado sur y de la repintar de las fachadas nada hace pensar que hay cambios. En el interior ha habido una reordenación de las paradas, la instalación de un supermercado y la creación de un altillo donde hay diferentes servicios. Al subsuelo se ha instalado un pàrking para 35 plazas.

Hace al menos 15 años que esperábamos una remodelación del mercado, esta tenía que suponer una renaixença del espacio y un giro en la actividad comercial, ligada a los nuevos hábitos y a las nuevas formas de comprar.

Este giro habría sido posible con una otro modelo, el proyecto que desde el 2004 defendemos la asociación de plaza de Cuba y Cercanías, que se basa sobre todo al abrir el edificio a la plaza por la banda norte, hacerlo más accesible e introducir nuevos usos. Pensamos que cualquier superficie con vocación de futuro tiene que estar a nivel de tierra y tiene que ser visible. El año 2007 recogimos más de 1000 firmas con la campaña "la plaza que queremos" para incidir al gobierno al hacer cambios al proyecto. No hemos conseguido cambiar ni una coma del que tenían previsto. Ni tanto sólo han aceptado cambiar el penoso estado de los adoquines de la banda de montaña donde personas y carros de compra se entrebanquen.

Son excusas las justificaciones que la regidora de la Impem y el alcalde hacen del proyecto sobre la catalogación del edificio; es cierto que está catalogado y según que no es puede hacer, pero es una irresponsabilidad justificar un mal proyecte amparándose con el consejo del patrimonio para no asumir las carencias propias.

El problema está en que no se ha puesto el alma al hacer esta remodelación, que para el gobierno sólo es un puro trámite por la llegada del Corte Inglés, sólo se ha querido pasar página.

El gobierno municipal alaba la inversión y el esfuerzo de los 6 millones de euros que se han gastado pero con el dinero no hay bastante, había que luchar para dar un impulso a un nuevo proyecto, defenderlo y creérselo. Y esto es el que no ha pasado, no se ha generado un debate, ni se ha planteado qué era el papel que tenía que jugar el mercado y su entorno ante las expectativas del futuro.

Siempre he defendido que esta zona se tenía que dotar de algún elemento que le aportara calidad y diferencia, un equipamiento comercial relevante como un restaurante con terraza a la plaza convirtiendo toda la banda norte con una segunda Rambla, o bien un equipamiento cultural (biblioteca, centro cívico, etc. Otros ideas son la instalación de una franquicia potente como el Búho, el Viena... La idea era situar algo que fuera golosa en este sector para atraer el visitante, cómo han hecho en muchos otros mercados (en la Barceloneta, a Donostia, en Sabadell ..….) generando un mix comercial complementario de las paradas y favoreciendo que las producciones de las Cinco Sèniesestuvieran presentes.

Según el alcalde este es el mercado del siglo XXI. Yo pienso que un mercado del siglo XXI no se inaugura con paradas cerradas o a tierra por falta de inversores, ni tiene tan sólo 35 plazas de aparcamiento, ni vive de espaldas al entorno como si fuera una caja cerrada en medio de la plaza. Tengo la sensación que nuestro alcalde a salido poco porque sino no entiendo que haga esta afirmación, ciudades como Sabadell, Donostia, Barcelona son buenos ejemplos de remodelación que nada tienen que ver con el que se ha hecho en la plaza de Cuba a pesar del tiempo y la inversión empleada.

El mercado continúa siendo un elemento opaco e impenetrable en medio de la plaza, sin ninguna otra nueva atracción que un buen supermercado. Este ya hace unos meses que funciona y parece que a vecinos y clientes los satisface la oferta. No es una mala opción pero no aporta nada que nohubiera uno o dos calles más allá. Además, para convencer de que viniera (el concurso quedó desierto, en primera convocatoria) se ha tenido que hacer una licencia a 40 años con la hipoteca que esto supone por la ciudad y futuras remodelaciones.

Todo ello es fruto de una mala gestión y de carencia de ganas de salir adelante un proyecto renovado y con ALMA en medio del Ensanche, que supusiera un giro y un impulso en la transformación del entorno comercial. Interviniendo en el espacio porque fuera la nueva locomotora del Centre-Ensanche y generando un nuevo espacio más singular. Desgraciadamente, por el gobierno el proyecto renovado y con alma se llama: "El Corte Inglés", es su modelo de ciudad, y es ingenuo pensar que la Plaza de Cuba los importa mucho.

Creo que los dos proyectos son compatibles, pero con el modelo de mercado inaugurado nos quedamos muy lejos de poder ser un polo de atracción diferente y competitivo, pronosticando que las cosas tendrán que volver a cambiar en no demasiadas años para arreglar este parche de reforma y el mal favor que el gobierno ha hecho en la Ciutat.

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