El Pleno del Ayuntamiento de Mataró ha aprobado una propuesta de resolución para hacer frente a la emergencia habitacional, en un momento en que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas de la ciudad. La iniciativa, presentada por Esquerra Republicana (ERC), ha recibido el apoyo del gobierno municipal (PSC y En Comú Podem), de Vox y de la CUP, mientras que Junts per Mataró y el Partido Popular se han abstenido.
El texto parte de un diagnóstico claro: la falta de vivienda asequible, la subida sostenida de los alquileres y la escasez de recursos públicos han empujado a muchas familias a situaciones de precariedad o exclusión residencial. Desde el grupo impulsor se advierte que la crisis de vivienda “ya no es solo un problema económico o urbanístico, sino una emergencia social que afecta a la cohesión de la ciudad”.

Dispositivo policial en un desahucio en Mataró. Foto: R. G.
Entre las medidas aprobadas, el Pleno acuerda:
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Activar inmediatamente la Mesa de la Vivienda, para coordinar instituciones y entidades ante la crisis y ofrecer alojamientos temporales dignos y con acompañamiento social para personas en situación de emergencia.
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Trabajar conjuntamente con la Generalitat para que los 336 pisos y terrenos cedidos por la SAREB se incorporen al parque de vivienda asequible de Mataró, priorizando su gestión de proximidad y los alquileres sociales.
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Presentar un nuevo Plan Local de Vivienda antes de marzo de 2026, que incluya un estudio de viabilidad para crear vivienda dotacional o de transición, como fórmula temporal con apoyo social para familias sin techo o en riesgo de desahucio.

Pim Camprubí, de ERC, en el Pleno Municipal. Foto: R,Gallofré
ERC recuerda que el último Plan Local de Vivienda de Mataró caducó en 2023, y que el último análisis en profundidad sobre la situación del mercado se realizó en 2017. Por ello, reclama actualizar el diagnóstico y planificar políticas públicas a largo plazo, orientadas a garantizar que el derecho a la vivienda sea una realidad y no “un privilegio para unos pocos”.
El futuro Plan deberá fijar objetivos como disponer de vivienda asequible adaptada a la capacidad económica de la población, prevenir la pérdida de la vivienda habitual, mejorar el estado de los edificios, fomentar la convivencia y reforzar el papel del municipio como actor clave en la política de vivienda.
Desde el Ayuntamiento se reconoce que Mataró se encuentra en un momento crítico: la oferta de alquiler es mínima, los precios para nuevos contratos son cada vez más altos y el coste de compra no deja de crecer, lo que deja a muchas familias —y especialmente a los jóvenes— fuera del mercado.
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