Política gore

Robert Rodríguez casa gore con política en su última gamberrada, Machete, una película nacida como una broma, a partir de un personaje secundario que ya aparecía en alguno de sus films anteriores, y con el cual también hizo fortuna en uno de los falsos trailers que acompañaba la versión extended de Grind house. Ahora Machete –tremenda la cara de Danny Trejo- se convierte en el máximo protagonista de una película que recoge las influencias del cómico, los pulps, el terror y todo el resto de temas del "explotation", este cine de derrota que Robert Rodríguez y su amigo Tarantino reivindican de forma tan entusiasta.

Rodríguez presenta aquí una película de serie Z con presupuesto de superproducción, de forma que se puede permitir los reclamos de Jessica Alba o incluso de Robert De Niro, la presencia del cual, no obstante, tiene que ver con algo más que el dinero. Y es que a detrás de esta broma salvaje hay también una feroz crítica a las políticas migratorias de extrema derecha que algunos estados americanos están aplicando para controlar la llegada de inmigrantes ilegales a través de la frontera con México. Robert De Niro, divertidísimo, se pone en el papel de un radical senador republicano en Texas con unas ideas muy claras sobre como regular el problema de los "espaldas mojadas": disuadirlos disparando a diestro y siniestro cuando cruzan la frontera, así de claro. Machete es el justiciero que necesita el movimiento de She (la versión femenina de Che, quizás?) para combatir las ideas del senador y luchar por los derechos de los inmigrantes mexicanos.

Un mensaje social y político más o menos serio que se deja ver entre una serie de jefas que ruedan, visceres arranques, esquitxos de sangre y apuñalamientos diversos a golpe de machete, está claro. Extraña mezcla este Machete que ofrece denuncia social, conciencia política, autoparòdia y gore. La desvergonzada y alegre carencia de escrúpulos de Robert Rodríguez es, sin duda, el ingrediente que liga este plato contundente y explosivo que se come tan de presa y de gusto como uno mancho mexicano. 

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