J.V.

Posadas: 'En mi vida soy Posadas, pero cuando escribo soy Mañé'

La escritora de origen uruguayo recordó en Mataró la figura de su tío, el pintor Pablo Mañé

La escritora Carmen Posadas fue ayer en Mataró para recordar la vertiente humana y artística de su tío, el pintor uruguayo Pablo Mañé, de quien se puede visitar una exposición antol·lògica a la sala de exposiciones que Caja Laietana tiene en la plaza de Santa Anna. Posadas, que se llama Mañé de segundo apellido, compartió sus recuerdos con el holandés afincat en Mataró Burt Leegermate, amigo personal del artista.

Posadas empezó explicando que las familias Posadas y Mañé “se odiaban por razones estúpidas”, y que esta mala relación obligó a todos sus miembros a posicionarse a favor de una de las dos ramas familiares. “Yo opté por los Posadas, que eran los perfectos, los que no lloraban, los más anglòfils, mientras que los Mañé eran los más locos, los artistas”, recordó. “En mi vida zoco Posadas, pero cuando escribo zoco Mañé”, añadió. La escritora también confesó que recordaba Mañé como “un señor guapísimo” que tocaba diversas las teclas: pintaba, escribía y hacía música. Según Posadas, la “vertiente pragmático” de su tío lo trajo a centrarse en la pintura, en la que supo combinar las influencias europeas con las latinoamericanas, una característica que se deja entrever en los colores y el mestizaje de su obra.

Posadas también se refirió al hecho migratorio que trajo tanto Mañé como ella misma y su familia a trasladarse de la Uruguay en España, y recordó que en el momento de su llegada en Madrid, en sesenta, Uruguay era un país más próspero que el España de posguerra. “Mañé vivió a nivel personal y artístico la esperanza frustrada que los hacía pensar que los sudamericans serían los reyes del mundo, y que se quedó en nada”. Añadió. En este sentido, Leegermate aseguró que mañé "era un hombre convencido de sus raíces europeas" y destacó su curiosidad intelectual que lo hacía saber de todo: "era un google adelante la lettre", afirmó.

Tanto Posadas como Leegermate quisieron recordar también la buena relación que tuvo Mañé con al suya mujer Tere. La escritora confesó sentir envidia por este matrimonio "perfecto", al que calificó de un "ejemplo de amor".

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