El presidente de ERC, Josep-Lluís Carod-Rovira, ha sido proclamado este mediodía candidato a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones del 1 de noviembre con el 84% de los votos favorables del Consejo Nacional de Esquerra, reunido en Mataró. Carod-Rovira ha sido elegido candidato a la presidencia y número 1 a la lista de ERC por Barcelona con 128 votos favorables y 25 en blanco de los 153 consejeros nacionales que han participado en la votación, el que representa que ha contado con un apoyo del 84%.
En su intervención posterior, efectuada en la sala de actas de la Escuela Universitaria del Maresme, el líder de ERC ha dicho que "del mismo modo que el 2003 recogimos una parte importante del 'pujolisme', desde ERC aspiramos ahora a recoger una parte del 'maragallisme', es decir del socialismo de tradición catalanista, puesto que somos la única izquierda catalana que tiene un grupo parlamentario propio en Madrid".
Según el líder republicano, si Esquerra tiene la opción de volver a ser decisiva "estará desde cualquier gobierno de la Generalitat en su doble condición de partido catalanista y de izquierdas", y ha reafirmado la necesidad de recuperar la "centralidad" y la consiguiente estrategia de equidistancia respecto a CiU y PSC.
"Se la hora de decir -ha afirmado- que una parte del PSC no tiene ningún interés ni voluntad de hacer un cambio político en Cataluña, y es también la hora de decir que una parte de CiU nunca se ha plantado ante Madrid y nunca lo hará", y ante esto, "la sociedad catalana sabe muy bien que nadie ha pagado tan caro como nosotros la voluntad de defender los intereses de Cataluña".
"Como partido -ha explicado- ya hemos pasado por un pacto de izquierdas, ya hemos cumplido con esto, y por lo tanto, estamos completamente legitimados para actuar en libertad en función de nuestros intereses, que son los de la mayoría de la sociedad catalana y en función de nuestro programa, y lo haremos". "Reivindicaremos -ha señalado- el papel de ERC como motor del cambio político durante dos décadas y su papel clave en el gobierno para hacer avanzar Cataluña desde una perspectiva más social y nacional".
Según el líder de ERC, "no es la hora de la confrontación dentro de la sociedad catalana sino de la construcción nacional, no lo es de la rigidez sino de la flexibilidad, no lo es del cierre sino de la apertura, no lo es del dogmatismo sino del diálogo, y tampoco es hora del catalanismo de la derrota, sino todo al contrario, es la hora de la ambición, de la ilusión y de la victoria".
Carod-Rovira, que ha elogiado la acción de gobierno realizada por los consejeros de ERC en el tripartito, ha dicho que su partido vigilará que el próximo ejecutivo "no gire hacia la derecha ni tampoco recule hacia Madrid", y ha pedido "a todo el mundo un tono tranquilo y constructivo durante la campaña, porque Cataluña no es un país extremista y no es posible avanzar desde los extremos".
Ha querido dejar claro, sin embargo, que una vez finalizado el debate estatutario, ERC ya no mira, al camino de la soberanía de Cataluña, "hacia la estación de salida" sino "hacia la estación final", por el que "trabajará para conseguir un bloque social mayoritario favorable en el derecho a decidir".
"Aspiramos a todo, pero lo queremos de forma gradual", y ha recalcado que nadie puede levantar más alto que Esquerra la bandera del patriotismo, de la valentía y de la honestidad". "Nosotros no tenemos la mirada corta sobre el futuro del país, y por eso no hablamos de simple gestión sino de gobierno, porque tenemos un horizonte que es llegar a la estación final de un país con su propio estado".
"Cataluña -ha dicho a la parte final de su discurso- necesita de una izquierda que no se doble ante las dificultades" y que tenga la perspectiva que "si hay que administrar un Estatuto insuficiente, con una izquierda débil y subordinada el resultado todavía puede ser peor".
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