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Salva Fernández

Pujol: 'Cualquier solución antes de que una Cataluña residual dentro de España'

Entrevista con el ex-presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que presentó el tercer volumen de sus memorias al Robafaves

El último volumen de las memorias se titula "de la bonanza al nuevo reto". Cuál es el nuevo reto?
En los últimos 25 años, hasta comienzos de siglo, progresamos mica en mica hasta llegar en una situación de equilibrio y perspectivas de futuro. La primera década del siglo 21 hemos tenido un retroceso económico, social e institucional recibiendo presiones en todo el que es el autogobierno de Cataluña, y aquí es uno hay que trabajar.

Precisamente con quien se progresó en el pasado son los que apuestan ahora para recortar derechos adquiridos.
El reto es superar la sensación que desde España nos quieren traer a una situación de ahogo económico, que es un peligro real. Llegamos a acuerdos con UCD, PSOE y PP, con todos. Ahora pero tienen actitudes muy negativas hacia Cataluña.

Porqué?
Por una situación objetiva, España vive momentos de dificultad y ellos se cierran en todo el que cruzan es esencial por ellos, y por otro lado porque parece que desde el mundo político e intelectual español ven una opotunitat en la crisis por residualitzar y adelgazar el autogobierno y todo el tema identitario de Cataluña.

Actitud diferente a la de 1993, también en crisis, con el PSOE tocado pero llegando a acuerdos por Cataluña...
Había que salir de aquella crisis y los socialistas no podían hacerlo sólo, dimos unas garantías y también podíamos negociar cosas importantes por Cataluña como mejorar la financiación, certificar la inmersión lingüística o los Mossos d'Esquadra.

Era diferente aquel PSOE del actual?
Sí, a pesar de que hay que destacar que con los socialistas hemos tenido momentos de todo: negativos donde nos intentaban chafar y momentos de colaboración. Sobre todo porque nos han necesitado y porque algunos vieron que podíamos hacer contribuciones positivas por el conjunto del Estado, que éramos de fiar.

Quien también necesitó a CiU en 96 fue el PP.
Con el nuevo gobierno negociamos con ellos el Pacto del Majestic, criticado pero un buen pacto por Cataluña y por España. Heribert Barrera, un hombre poco dudoso, dijo que era el mejor pacto puntual que Cataluña había conseguido nunca: cambios en política económica, aceptación del gobierno en temas como la inmersión lingüística, más facultados de financiación, más poder de polícia autonómica y un margen de acción mayor en muchas iniciativas de la Generalitat.

Nada a reprocharle a aquel acuerdo, pues?
Seguramente la firma fue demasiado fastuosa, se nos escapó de las manos. Quizás la intención del PP era intentar mostrar que aquello era el inicio de una colaboración estable, la ambición que CiU pudiera ser un tipo de sucursal en Cataluña.

Cuatro años después se vio, con la mayoría absoluta, que el acuerdo era puro interés.
Lo necesitaban y pensaban que éramos el mejor socio que podían tener. Además, tenían la esperanza de poder conseguir un modelo similar al de partidos diferentes pero ligados cómo PSC y PSOE, en teoría independientes pero que después el PSC está a las órdenes del PSOE. Pero Aznar no conocía bien nuestra manera de ser y nuestro pensamiento, nuestras fidelidades primeras.

La última legislatura del PP y el pacto anterior con CiU pasó factura a las elecciones de la Generalitat de 2003?
Sí, pero más factura pasó el desgaste político de 23 años de gobierno, toda una generación. Tenía cierta lógica que hubiera un relevo que fue por poco, puesto que las elecciones en sí se ganaron pero los otros sumaban.

Hubiera sido diferente si se hubiera presentado usted?
Creo que no. No se perdió por Artur Mas, sino por necesidad de cambio, cansancio y porque tanto Maragall cómo Carod supieron dar la imagen de ser una cosa muy nueva, sin rostros de 23 años. La Cataluña social que decían creó un cierto estado de ánimo que dudo que yo hubiera conseguido contraponer. Pero el suyo no fue un planteamiento serio. Lo hemos pagado y lo pagamos caro.

Porque Artur Mas? La decisión tuvo su controversia...
Era un hombre preparado, valiendo, fuerte y complidor. Inspiraba confianza y esto todavía tiene más importancia ahora mismo. Los gobiernos poco pueden hacer, están muy condicionados y la gente, más del que haga el gobierno, quiere también destacar la figura del presidente: alguien del que nos poguem fiar. Esta es una virtud de Mas.

Esta imagen no se puede desgastar con la contradicción de Cortijo de defender un discurso nacionalista pero pactar con el PP, principal causante de recortes en el autogobierno?
No tiene mayoría absoluta, y por lo tanto necesita que lo voten. PSC vota en contra de todo, Iniciativa también. El PP en según qué el mismo. Habría ido bien tener un gobierno de mayoría para no pedir caridad, porque al hacerlo todo se desvirtúa. Por mí hay tanta contradicción en que CiU acepte el voto del PP cómo que los socialistas tengan como norma no apoyar en el gobierno con riesgo de paralizar el país que esto tiene.

Le puede pasar factura este acuerdo como hace años atrás, o la situación se entiende más?
La gente entiende esto de los ajustamientos o recortes. Es importante que Mas aparezca ante el país para explicar y recordar la situación, a punto de no pagar Seguridad Social en abril. Esto es el que hay.

Se puede salir adelante así?
Mas cree que sí, yo también. El país presenta las vergüenzas pero también otras cosas que sí van bien. La gente tiene que ser consciente de la dificultad en la que nos encontramos. El gran problema es que la oposición, que sabe perfectamente como está la Generalitat porque venden de allá, no sea consciente.

Segunda parte de la entrevista con Jordi Pujol
 

 

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